¡Esto es guerra!

Capítulo 42 - Repele Perras Pro, versión mejora

N/A: Holaa!! Si, aquí estoy de vuelta xD No me mori ni nada. Gracias a las que me mandaban mensajes preguntandome si estaba bien, que dulces son ^^ 

P.D.: Otra chica más a la que tengo que pedirle un millón de perdones xD No me molesta que me pidan que las saludes por sus cumpleños, pero tengan en cuenta, que aveces no subo capítulo. ¡Feliz cumpleaños @yaimedolmos1, ojala lo hayas disfrutado mucho! ^^ 

P.D.2: No son excusas, es que quiero que sepan la verdad xD No nada malo ni muy interesante. Al estar en vacaciones mi concentración se esfumaba, ¡pum! xD Y... bueno... terminaba durmiendo a las 5 de la mañana y levantandome a las 3 de la tarde, ya casi que ni sabía mi nombre, estaba re perdidad xD. Soy un desastre, lo sé xD.

P.D.3: ¡Disfruten su capítulo! =D

Capítulo 42 – Repele Perras Pro, versión mejora.

-Está bien… esto es algo extraño –murmure.

Estábamos los ochos sentados en el piso y al frente nuestro estaban las nueve chicas y un chico, ¡sentados en nuestro sillón!

Pero… ¿Cómo llegaron ellas y el a estar adentro de nuestro departamento? Y no solo eso, sino que parecía que algunas se quedarían un día. Bueno, seguimos desde el momento en que Ignacio nos presento a su novia.

-¡Cristi! –grito una niña de unos quince años, con el cabello morado y mechas azules. La niña se levanto del suelo y corrió hacia Cristian, al llegar a donde estaba, lo abrazó.

-No me digas, ¿tu novia? –dijo Alex.

-Es mi media hermana… menor. Daniela Castro. –Contestó Cris, mientras intentaba despegarse de la niña que se agarra a su pierna como si fuera un chicle.- Vamos, Dani, ¿por qué viniste?

-Papi tenía que hacer algunas cosas aquí, así que vine con él y dijo que tendría que quedarme contigo hasta mañana –la niña sonrió.

-¿«Vine con él»? ¿Acaso eres de Marte? –pregunte.

Daniela se giro hacia mí, y en cuanto nuestros ojos se encontraron su expresión cambio, ya no parecía una dulce niña de quince años, de esas que ya no quedan en el mundo, sino que su expresión hacía que sintiera una ráfaga de viento.

-Ella y mi padre viven en Estado Unidos –contestó Cristian en su lugar.

-Maldita gringa –susurro Alex.

-Yo si tengo la «ñ» -murmuro Alysson.

-Bueno, ya sabemos quiénes son ellas dos –hablo Eli-, tan solo faltan siete más.

Alex se adelanto, y mirando hacía la entrada de nuestro departamento, aplaudió unas cuantas veces y dijo con voz infantil, cuando la mirada de todos los presentes estaban fijados en él:

-¡Chicas! Hagan una filita adelante mío, ¿sí? –Sonrió tiernamente-, queremos saber quien carajos son ustedes –su tono de voz cambio a algo más grave, y su expresión decía claramente que quería que esto no se tardara mucho.

Todas las chicas se levantaron del suelo de un salto e hicieron lo que Alex les había dicho. Una vez que la fila estuvo hecha, Alex sonrió tiernamente de nuevo.

Alysson tocio unas cuantas veces y murmuro:

-Bipolar.

-Ahora, sus nombres y a quién de nosotros vinieron a buscar –dijo Alex, y luego murmuro-: y si les pido, sus medidas –le guiño el ojo a las chicas en el momento exacto en el que un Nokia impactaba en su cabeza.