¡Esto es guerra!

Capítulo 41 - El club de fans de los tres idiotas y Camille

N/A: No se que decirles, la verdad. Un millón trescientas miles de perdones para todaaaaasss!!! Si alguna sigue leyendo mi novela, Dios, eres la mejor. Gracias por todo el apoyo, la verdad, yo en su lugar, ya hubiera mandado todo por la basura xD. 

PD: Especial perdon para @Natikha, no había subido capítulo antes, así que no podía decirte nada y como soy muy despistada, ni te salude el 11 de Enero. Asi que... ¡Que los cumplas feliz, que los cumplas que los cumplas que cumplas feliz! WOOOOOWWW XD. Perdon :c, espero que la hayas pasado de MARAVILLA en tu día.

PD2: Había visto un comentario de una chica que se reía de que ponía muchas posdatas, y, ¿qué te puedo decir? Me gusta xD

PD3: Esperon que la hayan pasado bien todo este tiempo, que me perdon y... ¡Disfruten el capítulo!

PD4: Si pongo mal algún nombre o apellido, perdonenme, es que anoto a todas en un cuaderno y a veces no entiendo mi letra xD

Capítulo 41 – El club de fans de los tres idiotas y Camille.

-¡Nos vamos a Brasil! –grite, al tiempo que todos nos abrasábamos.

-Camille, sos mi heroína –una voz hizo que todo nuestro griterío quedara en un completo silencio.

Lentamente desarmamos el abrazo y nos giramos hacia quien había dicho eso. Gabriela estaba parada al frente de nosotros, con una tanga en la cabeza de color rosa que decía en letras negra  «Soy un extraterrestre del planeta feromonas y cualquiera que me diga <hola> lo voy a…», además de que ahora traía puesto solamente un delantal y su ropa interior, si… creo que Tamara Pajares –la que tuvo el derecho de hacerle el reto a Gabriela- se paso un poquito.

-Pero… ¿Por qué? –pregunto Camille.

-Es que…

La chica no pude ni decir la mitad de su oración, pues cerca de cincuenta chicas aparecieron corriendo mientras que gritaban el nombre de Camille.

Panchito apareció al lado nuestro y dijo:

-Me olvide decirles, esto se transmitía por la televisión. Suerte con tu fama, preciosa.

Y se fue caminando tranquilamente hacia un restaurante de comida italiana.

-Em… digo yo, no sé, que deberíamos irnos… -dijo Alysson, mientras se prepara para correr.

Un «si» proveniente de los siete restantes fue suficiente para que saliéramos disparados como alma que lleva el diablo, y, por si no fuera poco, hace unos minutos atrás había subido el video de Alex a YouTube, o al menos, eso era lo que intentaba, ya que también subí un video de Nicolás e Ignacio bailando la canción de Romeo Santo «Propuesta Indecente» y… bueno, supongo que ya lo habrán adivinado, pero por si acaso… no solamente nos estaban corriendo chicas que gritaban el nombre de Camille, sino, también, chicas que gritaban el nombre de Alex, Nicolás e Ignacio.

-¿Por qué gritan nuestros nombres? –pregunto Nico, mientras doblábamos por una esquina.

-¿Soy famoso? –murmuro Ignacio, mientras miraba hacia el cielo y supongo que se veía a si mismo en un barco con putas.

-Subí un video de ustedes tres –señale a los tres inútiles, digo, Alex, Ignacio y Nicolás.

-¿Qué tipo de video? –hablo Alex.

Me limite a sonreírles y seguir corriendo.

Al cabo de unos minutos, llegamos a un callejón, y adivinen, ¡sin salida! ¡Pongan la música de suspenso, cámaras y de aquí sale un gran película!