Capítulo 36 - Brasil

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N/A: Holaaa!! Este capítulo aparecio porque... se me fue la luz y no sabía que hacer xD Den gracias a la maldita lluvia que me corta la luz :P

El mejor comentario fue de... isabelamvargas (si no me acuerdo mal, ya aparecio algunas veces como mejor comentario >.<): HAHAHAHHAHAHAH, Me imagino la cara de Nico... El ha de estar «Me duermo un momento y Aly desaparece, ignacio es gay, Camille desaparece, Alex esta hormonal, Bianca tiene un cond... ¡¿BIANCA TIENE ESO?! SABIA QUE TENIA QUE ALEJARLA DE LOS NEGROS!» Chica, deberías ayudarme a escribir mi novela, siempre me rio con tus comentarios xD 

PD: Aclaro, si en algún momento ofendo a alguien, no es a proposito, no se lo tomen nada en serio, es todo un chiste ;)

Capítulo 36 – Brasil

Llegamos a casa. Cuando entramos, vimos a Aly y a Camille sentadas en el sofá de la sala de estar, hablando, con una sonrisa en la cara cada una… oh, mierda.

-¿Chicas? –pregunto Elizabeth, casi murmurando. Parecía que tenía miedo.

Las dos chicas se sonrieron una vez más, asintieron, se levantaron, caminaron hacia nosotros y Camille dijo:

-¡Nos vamos de viaje!

Ni una palabra, silencio puro y duro. Hasta que Ignacio dije dos simple sílabas:

-¿Eh?

Nadie entendía muy bien lo que estaba sucediendo. Si las hubieran visto, a las dos, sentadas y con sonrisas un poco raras, hubieran pensado lo mismo que nosotros: que estaban tramando algo, pero no lo que se diría «bueno», es más, ya daba por sentado que era un broma.

-¡¿En serio?! –grito Alex, mientras daba saltitos. ¿Gay? ¡¿Dónde?! No lo veo. -¿A dónde? –pregunto, con voz infantil, una vez que termino su «danza feliz».

-A… ¡BRASIL! –contesto Camille, mientras hacían un intento del pasito que hacen las chicas brasileras en la comparsa.

Gritamos, saltamos, gritamos más, saltamos aun más, hasta que caímos en la cuenta de no teníamos ni un peso encima para pagar tal viaje, y ahí toda la alegría se fue por el retrete.

Luego de estar un rato discutiendo, sentados en los sofás y en el suelo de la sala de estar, de cómo conseguiríamos dinero, al inteligente de Ignacio se le ocurrió decir:

-¡Trabajemos! Ah, no, espera… ¡perdimos nuestros trabajos! ¿Y de quien es la culpa? No voy a decir los nombres, pero las mirare fijamente –y paso su mirada seria por todas nosotros, hasta que sus ojos dieron con los míos, ahí sonrió y me guiño un ojo. Puto.

-Mirar el culo de las chicas no es trabajar –contestó Alysson, a la defensiva.

-¡Oooh!-grito Camille, tapándose la boca con una mano, y con la otra, extendida hacia el techo, movía la muñeca-, te tapo el culo.

Todos nos giramos hacia ella, con el ceño fruncido y con los ojos que decían «¿qué mierda?».

-Nada, nada –contestó antes nuestras miradas, moviendo las manos para quitarle importancia.

-Bueno –dije Alex-, ¿me pasan el periódico?

Se lo pase, que estaba en la mesita de cristal del centro. Cuando se lo entregué, pensé «¿por qué no lo agarro él? Si hasta estaba más cerca de él que de mí. Flojo.»

Al cabo de unos minutos, Alex grito, mientras se paraba y movía el periódico de un lado para otro:

-¡Ya sé cómo ganar dinero!

¡Esto es guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora