Capítulo 28 - Cristian y Elizabeth I

14.3K 746 56
                                    

N/A: Holii!. Afin el capítulo. Bueno, a petición de una chica (kely94_Yehet) me centrare en Eli y Cris en tres capítulos. Ojala que les guste. 

PD: Se que falta el mejor comentario, perdon, no tengo tiempo.

Capítulo 28 – Cristian y Elizabeth I

Volvimos al departamento con las chicas. Apenas llegamos, Cristian tuvo una linda noticia que contarnos:

-Tendré que irme dos días al campo, con Elizabeth.

 -¿Con Eli, eh? –inquirió Alex, con una sonrisa de costado mientras se tiraba en el sillón de la sala de estar.

-¿Estarán solitos dos días? –pregunto Aly, mientras se echaba al lado de Alex.

Últimamente, esos dos están muy pegados.

-Si… bueno… -balbuceo Cris, sonrojado y con la vista gacha.

-Dejen al pobre –dije, con el ceño fruncido-, ¿no ven que quiere estar con su novia? –sonríe a Cris.

Todos comenzaron a reír, menos Eli y Cris, los dos se dedicaban fugaces miradas con las mejillas coloradas. Ay, que amor, ¿no?

Me acerque a Cris, le pase un brazo por los hombros, y le susurre al oído:

-Muy bien, van avanzando, pero cuidado, como la toques en algún lugar donde no le llega el Sol, te castro.

Me aleje de él, y me dirigí hacia la habitación de Aly, pero antes de entrar me di media vuelta, le guiñe un ojo a Cris y entre en la habitación. Me eche en la cama, boca arriba y quede un rato mirando el techo, ¿quién mierda dibujo un pene en el techo?

Escuche como la puerta se cerraba de un portazo, alguien le echaba doble traba. Mierda, ¿me quieren violar?

¡Deja de joder con que te violaran, ¿tan traumada estas?!, pregunto, un tanto enojada, Dolores del Hoyo.

Pues sí, un poco.

Me senté en la cama, desesperada, y mire a mí alrededor.

No, idiota, tienes que mirar hacia la puerta, no hacia cualquier lado, bizca, me regaño Dolores.

Dirigí mi mirada hacia la puerta, y parado con los brazos cruzados, me miraba con ojos de pedófilo, Nicolás.

Relaje todos los músculos y volví a recostare en la cama de Alysson.

-¿Qué mierda te sucede, idiota? –pregunto Nicolás, sonaba enojado, mientras se acercaba a la cama.

-Hm –fue toda la respuesta que di.

Deje caer la cabeza hacia un costado, por lo tanto quede mirando la cabecera de la cama.

-Cariño –murmuro Nico, de repente sonaba tierno, ¿qué carajo le sucede? ¿Acaso es bipolar? ¿Le habrá venido el querido “Andrés”, que te visita cada mes?

La cama se hundió a mis pies, cerré los ojos por instinto, luego se hundió a la altura de mis hombros.

-Muñequita –susurro en mi oído.

Abrí los ojos, asustada, mire hacia el techo, pero no lo podía ver, la cara de Nicolás era la único que podía ver. Tenía cada mano suya al lado de mis hombros, y sus rodillas se apoyaban en la cama al lado de las mías.

-¿Por qué me ignoras? –pregunto, con voz juguetona.

Que hijo de… su madre. ¿Por qué lo hace? Además… ¿ahora estamos en medio de una película porno, o qué?

¡Esto es guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora