20.-Bohemian Rhapsody.

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Viernes, 21 de Abril de 2017.

Elsie.

Creo que una de las cosas que menos soporto es la soledad. Y el hecho de que mis hermanos estén en la universidad y que mi madre, como de costumbre, haya decidido salir, sumado a que mi padre trabaja y todos mis amigos están en ensayo en el núcleo, me tiene terriblemente incómoda.
Estando sola no puedo hacer mucho, mi habitación está en la tercera planta y no puedo si quiera bajar a la cocina a prepararme algo de comida porque es muy probable que me caiga por las escaleras.

Pienso en mi Rockstar tantas veces que me da un poco de pena.
Realmente Azael ocupa mis pensamientos gran parte del día. Y aunque al principio quería creer que sólo sentía admiración, estoy consciente de que es algo más. Él me gusta.

Sacudo mi cabeza para sacar esos pensamientos y centrarme en la tarea que debo hacer. Con mi laptop en mi regazo y algo de Winter de fondo, me dedico por casi dos horas a hacer un ensayo de Geografía.
Al terminar el ensayo me estiro un poco, sintiendo mis piernas algo adoloridas por la posición en la que estaba. Tomo mi teléfono y veo al rededor de 15 mensajes de Dylen.

"Reinaa, ¿Estás?"
"Quiero visitarte, pero no sé si te sientes bien."
"¿Elsie?"
"Oye, no me ignores"
"Ni porque seas la Reina puedes ignorar al Rey."
"RHIAN."
"Ah, aveces me caes mal."
"Mentira, yo te adoro, vuelve."
"Estoy en la puerta de tu casa; sé cómo entrar, si no me respondes en quince minutos, entraré."
"Yah, me da pena entrar, pero ya ha pasado mucho tiempo."
"¿Eeeels?"

Río divertida y le mando un sólo mensaje, permitiéndole la entrada a mi hogar.
Treinta segundos después, entra un cansado Dylen por mi puerta. Le sonrío al rubio, pues me sacó del aburrimiento en el que estaba absorta sin que yo le dijese nada.

Dylen, muy entusiasmado, se encarga de decirme una y mil veces lo muy preocupado que está Azael por mí. Y claro, no puedo evitar sentirme sólo un poquito ilusionada ante esto.

Luego de casi una hora, Dylen se apoderó de mi tablet y, conectándola a las cornetas, hizo sonar Queen a todo volumen.
El descontrol llegó con Bohemian Rhapsody. Dylen sacó sus baquetas personalizadas de su mochila y comenzó a tocar la canción contra mi escritorio mientras yo tomé mi voz de instrumento, cantando tan fuerte como me es posible.
Mi Rey y yo nos emocionamos totalmente, pues teníamos tiempo sin compartir esa hermosa vibra del rock.
Pero claro, no todo dura para siempre, y poco después de que comenzara el minuto dos, llegó Anice a gritarnos porque hacíamos mucho escándalo.

Yo no sabía que mamá ya estaba en casa, así que no me preocupé por el ruido. Aparte, ella se enojó porque no le dije que Dylen vendría y al parecer ella estaba con sus amigas, y es muy mal visto que una chica esté sola con un chico en su habitación oyendo Queen.

Que irónico que mi madre ahora ni siquiera soporte mi música, la llama ruidosa y molesta.

La cosa es que Dylen se tuvo que ir, y volví a caer en mi triste soledad hasta que mis revoltosos trillizos llegaron para llenarme de divertidas anécdotas.

Hola, Rockstar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora