Iván.
—¿Pero qué mierda acabas de hacer?
—espeto acercándome a lo más cercano que tengo como mejor amigo.Se pasa la mano por el pelo y camina hasta el sofá. Lo sigo esperando una buena explicación de su parte.
—Joder... no sé —apoya los codos en las rodillas y suspira frustrado —No sé qué me está pasando.
—Eres imbécil, eso es lo que pasa —digo cruzándome de brazos, y este me asesina con la mirada.
—Y tú no ayudas nada —me reclama —Se supone que en estos momentos los amigos se...
—Nada —lo interrumpo bruscamente —Ya hemos hablado de esto muchas veces. Pero no, tú sigues haciendo estupideces solo para intentar sacarte de la cabeza a Nat.
Abre la boca para replicar pero lo corto de nuevo.
—Y ni se te ocurra negarlo, porque sabes que tengo razón —añado sentándome junto a él.
Se queda en silencio mirando a un punto fijo.
—Yo nunca había sentido esto —finalmente se gira hacia mí —Es tan... extraño. Siento que esa niña acabará conmigo.
—Joder, no sabes cuánto te entiendo —digo, y me mira confuso.
—¿A ti te gusta alguien?
—Sí, y mucho —no puedo evitar esbozar una sonrisa, aunque sé que cuando se entere de que se trata de su hermana me cortará las pelotas —Ella es simplemente perfecta.
—Guao —alza las cejas —Sí que estás jodido. Bueno, estamos —rectifica señalándose —¿Y quién es?
Joder.
Me aclaro la garganta claramente incómodo.
—Eh... —balbuceo —No sé cómo decirte.
—¿Por qué? —frunce el ceño.
Tomo una respiración profunda y, finalmente, lo suelto, aún sabiendo lo que pasará.
—Se trata de Paula —murmuro —Tu hermana.
Él me mira incrédulo.
—Sé muy bien que tendría que habértelo... —intento explicar, pero me interrumpe cogiéndome del cuello, furioso. Abro los ojos de par en par por su reacción.
—¿QUÉ DEMONIOS HAS DICHO?
—Eh, cálmate —murmuro frunciendo el ceño —No es como si le fuera a hacer daño o algo por el estilo.
Aprieta los labios y me suelta dándome un empujón. Se levanta del sofá y lo imito para encararlo. No pienso quedarme callado.
—Es la primera chica que en verdad me gusta, Alex —empiezo a explicarle, y ríe sin humor.
—No me vengas con esas mierdas.
Lo ignoro y continúo hablando.
—Sé que no tuvimos una buena relación al principio, pero eso no evitó que sintiera cosas que ni yo mismo me imaginé —hago una pausa
—Me encanta absolutamente todo de ella.Parece relajarse un poco, pero no deja de mirarme fijamente.
—Entiendo que ahora mismo me quieras matar por no habértelo dicho antes, pero intenta entenderme tú a mí —termino, y al instante escucho pasos en las escaleras.
Los dos nos giramos cuando vemos a Paula frunciendo el ceño en nuestra dirección.
—¿Qué está pasando aquí?
—No es nada, solo estaba hablando con tu hermano —lo miro de reojo y este asiente.
—Sí —me mira con el semblante serio—Será mejor que te vayas, Iván.
—Está bien —meto las manos en los bolsillos de mis jeans y me dirijo hacia la puerta, viendo la confusión en el rostro de Paula.
—Adiós —susurra con su cálida y dulce voz, y le doy una pequeña sonrisa.
—Adiós —giro el pomo de la puerta y la madre de Alex y Paula aparece en mi campo de visión buscando algo en su bolso. Supongo que serán las llaves.
—Oh, Iván —dice cuando se percata de mi presencia —¿Ya te vas?
—Sí, señora.
—Está bien, ve con cuidado —sonríe. Siempre tan agradable esta mujer.
Asiento y camino hasta mi casa pensando en la discusión de hace unos minutos. No quiero perder al único amigo real que tengo, pero tampoco a esa castaña de ojos marrones que me vuelve loco.
Sonrío como un tonto.
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Hey!
Como siempre, gracias a los que votan :)
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Tú, mi problema © #1
Teen Fiction-¿Cuál es tu maldito problema? -espeto enfadada. -Tú, tú eres mi maldito problema.-dice furioso. No se admiten copias o adaptaciones de esta obra. Gracias.