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             Capítulo dedicado a
                 @BarbFranchis 💙

—¿Y si no sale bien? —le pregunto a Iván una vez que llegamos a la puerta de mi casa. Sinceramente no sabíamos qué hacer, ya que nunca habíamos hecho esto antes, y solo se nos ocurrió una idea de tantas películas que vimos. Espero con toda mi alma que funcione.

—Por lo menos lo habremos intentado —dice encogiéndose de hombros. Asiento nerviosa y él me agarra de la mano —¿Preparada?

Suelto un gran suspiro.

—Preparada —digo girando el pomo de la puerta. Caminamos hasta el salón y vemos a Alex en el sofá viendo algún programa. Intentamos actuar lo más normales posible.

—Hey, bro —le dice Iván sentándose junto a él. Saludo a mi hermano y hago lo mismo que Iván.

—¿Dónde fuisteis? —pregunta cogiendo unas ruffles que estaban en la mesita.

—A un parque —murmuro acomodándome más en el sofá, de modo que mi hombro roza con el de Iván. Él no dice nada, solo me sonríe.

Mi hermano alza las cejas y sigue comiendo.

Aprovechando que Iván le comenta algo sobre fútbol como habíamos planeado, procedo a enviarle un mensaje a Nat.

Nattttttt, ¿vienes a ver una película a casa? Estoy sola y aburrida :(

Cruzo los dedos para que me responda cuanto antes y casi pego un grito al ver que contesta después de unos segundos.

Okayyy, voy para allá.

Menos mal que ya le quitaron las muletas, sino tardaría como mil años. Sonrío de oreja a oreja y le contesto un simple:

Aquí te espero;)

Cuando Iván mira de reojo mi móvil, este sonríe y me guiña un ojo, murmurando un "te lo dije" en mi oído asegurándose de que no lo escuche mi hermano.

—¿Vemos una película? —les pregunto a los dos intentando sonar 'casual'. Alex se encoge de hombros e Iván asiente conteniendo la risa.

Paso mis dedos por las películas de la estantería y una llama mi atención: Fast & Furious 8. Decido poner esa y me acomodo de nuevo en el sofá junto a ellos.

Cuando está a punto de empezar, suena el timbre. La pauso y me levanto del sofá.

—¿Quién es? —pregunta Alex comiéndose otra patata, y me encojo de hombros.

—Ni idea —me giro y camino hacia la puerta. En cuanto la abro veo el rostro alegre de Nat.

—¡Zorri!

—Oh, Nat —enfatizo la última palabra para sonar 'sorprendida' y la dejo pasar. Mi amiga frunce el ceño y se adentra al salón. Espero que Iván esté haciendo su parte del trabajo. La veo apretar los puños y girarse hacia mí agarrándome del brazo para llevarme a la cocina.

Oh, no.

—¿Por qué no me dijiste que estaba tu hermano? —pregunta claramente molesta.

—Llegaron ahora mismo —miento.

Entrecierra sus ojos hacia mí y se cruza de brazos.

—¿Estás segura?

—Ajá —asiento —Por favor, Nat, intenta llevar la fiesta en paz. Hazlo por mí.

Duda unos segundos, y después suelta un profundo suspiro.

—Está bien, solo lo haré por ti —me señala —Por ti, que quede claro.

 —Okay, okay —sonrío ampliamente y la arrastro hasta el salón. Se produce un silencio incómodo y tenso. Miro a Iván sin saber qué hacer, y este habla.

—Me pondré a tu lado —le dice a mi hermano, y este asiente.

—Sí, mejor —fulmina a Nat y esta lo mira incrédula, pero no dice nada.

Nos sentamos de manera que Alex e Iván quedan a la izquierda y mi amiga y yo a la derecha, separados por muy pocos centímetros. Cojo el mando y le doy al play para ahora sí ver la película, viendo de reojo a Nat mirar a Alex, y él a ella.

Esto va a ser complicado.

A mitad de la película, llevamos a cabo el plan. Iván coge una patata y hace como que se atraganta con ella. Yo abro los ojos de par en par y le doy palmas en la espalda, pero él sigue tosiendo a posta.

Alex y Nat nos miran nerviosos sin saber qué decir o hacer y yo les hago un ademán para restarle importancia.

—Le daré un vaso con agua —lo cojo de la mano y salimos del salón, dejándolos completamente solos. Reímos por lo bajo y sigilosamente ponemos una silla de la cocina en la puerta del salón, de manera que no puedan escapar.

Sí, un poco cruel.

Me acerco a la puerta para escuchar qué dicen y en cuanto Iván se percata de mis intenciones me coge de las piernas y me sube a su hombro.
Abro los ojos de par en par diciéndole que me suelte pero él me ignora y sube las escaleras.

¿Cómo demonios puede conmigo?

—Ahora tú y yo, vamos a estar solos —susurra abriendo la puerta de mi habitación y después bajándome con cuidado. Me quedo parada y trago saliva mientras él empieza a curiosear mi habitación.

Tú, mi problema © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora