Capítulo 4.

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Con una mirada traviesa, Kushina preparaba el plan que haría de una vez por todas, que Rin pudiera confesarse con Kakashi, sólo debía descubrir dónde pasaba tanto tiempo ese idiota. Había pasado toda la mañana en ello, buscando por los lugares que solía visitar el platino y sabía de buena fuente (Minato) que el joven no estaba en misión, rendida decidió salir a ver a su amiga Mikoto Uchiha, que resultaba ser la esposa del líder del clan Fugaku Uchiha, amigo de Minato.

--Mikoto'chan--llamó tocando la puerta, pero nadie respondía.--Mikoto, abre.--la puerta se abrió de golpe, revelando al hijo de la joven pareja: Itachi que a pesar de ser muy pequeño, era muy inteligente.--Hola Itachi'kun, ¿está tu madre en casa?

--Si, por favor pase--susurro el niño, haciéndose a un lado para dejarla pasar. Kushina diviso a su amiga en el jardín de la residencia y al aproximarse, se llevó una gran sorpresa, ahí estaba Kakashi. <<¡¿Qué demonios...?!>> pensó, observando al joven que seguía con atención los movimientos del líder del clan.

--Kushina'chan, ¿qué te trae por aquí?--la mujer de cabello azabache le sonrió amablemente, mientras la recibía.

--Mikoto, yo... Sólo quería ver cómo te encuentras--divago, su mente se encontraba en el plan que había titulado "¡Rin al ataque!". Su amiga la llevo a la cocina con cuidado, pero la pelirroja estaba tan entusiasmada que la todo por los hombros--¡Debes ayudarme!

--¿Eh? ¿Qué ocurre?--preguntó tímidamente, pues la Uchiha era bastante calmada y amable, todo lo contrario a su marido, quien Kushina definía como un hombre amargado, y bastante reservado aunque para Minato no era así, Fugaku era serio y disciplinado pero amaba a su esposa con el alma y se abría mucho con sus amigos cercanos, por lo que a la Uzumaki le sorprendió que accediera entrenar a Kakashi, un Relámpago Amarillo estaba detrás de esto.

--Tengo un plan para ayudar a Rin'chan. Ella quiere a Kakashi, y yo planeó que estén juntos'ttebane.

--Kushina'chan no creo que sea correcto, deberías dejar que las cosas fluyan naturalmente.--susurro Mikoto,--Después de todo nadie intervino para unirte a Minato.

--¡Por supuesto que si! Contigo también pasó, ¿lo olvidaste?--casi gritaba, pero tenía un brillo en los ojos que Mikoto conocía bien, nadie la haría desistir.

--N-no es verdad--balbuceo sonrojada.

--¡Ja! Si Minato y yo te arreglamos tu primera cita con Fugaku'ttebane--farfullo--¡Vamos Mikoto! ¡Seremos como cupido!--esa mirada y entusiasmo había tenido la Uzumaki cuando le contó sobre el arreglo de su cita con Fugaku, en ese momento, la Uchiha sintió algo de melancolía, ¿qué podría salir mal?

--De acuerdo--suspiro--Pero no quiero que te excedas.

--¡Así se habla'ttebane!

[...]

--¿Una semana?--Minato miró sorprendido al Tercero, a pesar de que el rubio aún no tomaba su puesto oficialmente, ya había dado su primer orden como Hogake.

--Así es, posiblemente la Ceremonia se lleve a cabo en menos tiempo si todo sale de acuerdo al plan.--respondió con tranquilidad el Sarutobi.

--¿N-no cree que es algo apresurado?

--Para nada, estás listo. Ahora, sólo los Jounnin de tu generación pueden estar en la Torre contigo, los chunnin y gennin se quedarán con los civiles en el jardín principal, ¿entendido?--el Namikaze asintió--Bien, además, debes conseguir un consejero.

--¿Consejero?--incrédulo ante la pregunta, el joven sentía todo aquello bastante laborioso.

--Exacto, los Hokages necesitamos uno, son de suma importancia y estará contigo bastante tiempo así que piénsalo bien.

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora