Capítulo 2.

1.1K 80 6
                                    

Dos meses después.

Minato miro sorprendido ao actual Hokage, quien parecía bastante tranquilo ante su decisión.

--¿Lo... Lo dice en serio, Lord Hokage?--musito, sin poder creérselo.

--Por supuesto, no hay nadie más calificado que tu, Minato y espero que tomes el puesto cuanto antes, si lo aceptas.--respondio, levantándose y caminando a paso lento hacia Minato,--Las nuevas generaciones necesitan a alguien más joven que los guíe, por favor, dime que lo pensarás.

--No necesito pensarlo, Tercero'sama. Aceptó ser el próximo Hokage.

[...]

Con rapidez, entre los árboles, Kakashi se movía con cautela siguiendo a aquellos que se habían atrevido a robar el pergamino con el comunicado a Aldea de la Niebla por parte de Konoha. Levantando su banda para dejar al descubierto el sharingan, analizó con mirada fría a sus enemigos y en un instante, los dejó ambos en el suelo, creyendo que estaban inconscientes pero no tenía tiempo de rectificarlo, debía darse prisa.
Uno de los shinobi tomó un kunai y la lanzó hacia el chico, el arma se le clavó en el abdomen lo que le hizo soltar un gruñido, antes de rematar a sus enemigos.
--Debe ser una broma.--musito para si, arrancandose una tira de su camiseta y haciendo un torniquete alrededor de la herida, debía llegar a Konoha cuanto antes, para su próxima misión.

Colocó el pergamino en su cintura, rectificando que no hubiera más enemigos en la zona y salió disparado de ahí, con una mano en la creciente herida, tratando de evitar el dolor y entonces, pudo ver a un grupo gennin en la puerta de la Aldea, al parecer los jóvenes se dirigían a su primera misión fuera y no tenían más de un año de diferencia con Kakashi y parecían bastante emocionados.--Maldición.--cubriendo su ojo sharingan, el Hatake se recosto contra un árbol, esperando pacientemente a que el grupo se fuera, lo último que necesitaba eran preguntas sobre su estado y sobre él.

[...]

--Espera aquí, por favor.--el Tercero se sentó tras su escritorio mientras Minato se mantenía estático frente al escritorio.--Se que estas ansioso por contárselo a Kushina, pero antes te presentaré ante las Cuatro Grandes Naciones Aliadas y el Consejo, después podrás ir con tu esposa y hablaremos sobre la Ceremonia de Posesión.

--¿Y por qué no nos vamos ahora mismo, Tercero'sama?

--No podemos ir sólos Minato, aún con lo poderoso que eres necesitamos protección. Así que he pedido un grupo ANBU como escolta y estoy esperando a un Jounnin para que nos acompañe.

--¿Esperando a un Jounnin? ¿A quién...?--Minato se vio interrumpido por la puerta y al voltear hacia el chico, no pudo evitar sentir compasión y tristeza, estaba empeorando sin duda.

--Lord Hokage.--musito haciendo una reverencia,--Aquí está el pergamino que solicitó.

--Gracias por tu tenacidad, Kakashi. Konoha agradece tus servicios.--el joven asintió--¿Estás preparado para partir de inmediato?

--Por supuesto,--respondio sin dudar.

--Bien, junto a un grupo ANBU me escoltaras a mi y al próximo Hokage con el Señor Feudal. Tienes 3hrs para curarte y prepárate, te veremos en la Puerta de la Aldea. Puedes retirarte--sin decir una palabra, el Hatake salió de la Oficina del Hokage. Minato miro con tristeza a su alumno, eso debía cambiar cuanto antes, o también perdería a Kakashi.

[...]

El platino se ducho con rapidez, para luego vestirse pero al recordar la herida en su abdomen tomó una aguja e hilo, cosiendola con descuido para luego cubriría con una venda y ponerse la camiseta y armas.

Al salir a las calles, el Hatake recordó que no había comido desde hace bastante tiempo pero debido a sus continuas misiones no tenía tiempo para prepara una comida decente y estaba harto de la comida rápida. Así que decidió dejarse caer sobre una banca, bajo un enorme árbol y dormir lo más que pudiera, ya comería después. Pero cuando cerró los ojos sintió un pequeño golpecito en el hombro.

--Kakashi'kun.--la dulce voz se coló por sus oídos, haciéndolo incorporarse para ver a su amiga con una sonrisa amable frente a él.

--Rin, ¿Qué... Qué estas haciendo aquí?

--Hace mucho que no te veía, y yo... te traje esto--susurro tímidamente entregandole un caja de madera. Kakashi la tomó entre sus manos, mirando fijamente su regazo--Abrelo--musito, el platino así lo hizo, en su interior se encontraba pescado y verduras a la plancha con arroz.--Adelante, comelo.

--Gracias por la comida--susurro, juntando las palmas. Rin lo observó fijamente, <<¿Cómo será el rostro de Kakashi'kun?>> pensó, pero entonces un ruido a sus espaldas la a alertó, Rin volteó un instante sólo para encontrarse con un gato saltando entre los árboles, soltó un suspiro y al regresar la vista, Kakashi ya había terminado de comer. <<¡¿Cómo comió tan rápido?!>> así que bajo la vista hacia la caja vacía y se percató de la mancha de sangre en la camiseta del joven.--¡¿Qué te ocurrió?!

--Es sólo un rasguño, Rin.--susurro levantándose, pero fue tomado fuertemente del brazo por la castaña y arrastrado hacia el hospital.

--Quédate aquí, traeré a Tsunade'sama para que te cure--hablo Rin con firmeza, dejando al joven sólo en la habitación. Cuando por fin encontró a la sannin, la mujer estaba junto a Shizune observando a un hombre herido en una camilla.--Tsunade'sama, necesito que vea a Kakashi'kun  esta herido.

--Lo lamento pero estoy ocupada aquí, Shizune dale un botiquín, tú te encargaras de él.--la azabache le tendió la maletita Blanca a la joven.
--¡¿Qué?! ¡Yo no... No puedo...!--pero se vio interrumpida por la azabache que la sacó de ahí en un instante. La castaña camino de vuelta a la recámara, encontrándose con la mirada molesta de Kakashi--Tendré que curarte yo,--susurro tomando la aguja e hilo, el Hatake se levantó la camisa, dejando al descubierto la herida, en algún momento había perdido la venda y las suturas eran débiles. Rin comenzó Don su trabajo mientras Kakashi la observaba algo dentro de si se agitó, no recordaba la última vez que alguien le había preparado de comer o se habia preocupado tanto por una simple herida, era extraño y cálido el sentimiento de Rin hacia a él, pero también era desconocido y no podía arriesgarse con ello.

--Ya esta--se separó de él, ahora sólo tenía una pequeña gasa pero parecía que no volvería a abrirse.

--Gracias.--respondio levantándose.

--¡¿A dónde vas?!--grito, no debía moverse tanto, la herida aún no sanaba por completo.

--Tengo una misión importante, Rin. No interfieras.

--Pero...--ni siquiera pudo terminar con la frase, él se habia ido y sabía que no volvería a verlo en un buen tiempo,--Cuidate, Kakashi'kun.

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora