Capítulo 21.

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--- Mina'chan, por favor ten cuidado. ---las palabras salieron cortadas, débiles.

Mientras él la dejaba en la cama junto a su hijo, la ira lo llenó. Mataría a ese hombre por hacerle eso a Kushina.
Se vistió con rapidez y dejó su casa para combatir, sin embargo, Kurama ya estaba en la Aldea. Dispuesto a asumir toda responsabilidad Minato enfrentó el ataque del Zorro.

Si no salía de está, al menos moriría con la imagen de Kushina y Naruto en su memoria.

[...]

La Aldea estaba vacía, en los Campos de Entrenamiento los refugiados habían sido concentrados y los ninjas salían a combatir contra el Zorro de Nueve Colas, pero a Kakashi y su generación  se les había negado pelear.

--- ¡¿Por qué no podemos ir?! ¡Fuimos entrenados para esto! ---gritó Kurenai molesta.

--- Ustedes son la nueva generación y no podemos permitirnos que mueran. Son el futuro, tengo fe en que serán grandes ninjas, hija. ---respondió su padre con tranquilidad.

Atónita, mientras veía a su padre marchar, Kurenai rompió a llorar mientras Asuma la consolaba, sabía que no sólo había tristeza en su llanto.

--- ¿Qué crees que pasó? ---el nerviosismo y preocupación de Rin era notorio.

--- Alguien rompió el sello de Kushina'san, planeaban el ataque, sabían de su embarazo.

A lo lejos, el aullido del Zorro se escuchó, la Nohara tomó la mano de Kakashi rezando para que ambos, tanto Minato como Kushina estuvieran bien, sin embargo, no era una garantía. Sabía bien que el Namikaze estaba peleando en ese momento y que no se detendría hasta que la calma regresará a la Aldea, sin importar el precio que tuviera que pagar.

--- Estarán bien. ---musito Kakashi con la vista aún en la tragedia.--- Es Minato'sensei de quien hablamos.

--- Tienes razón. ---respondió--- Él podrá contra esto.

Kakashi apretó la mano de Rin, dándose calma a sí mismo para no salir corriendo hacia el Bijuu y pelear contra él, e internamente creer en sus palabras.

Esta bien, todo estará bien.

[...]

--- Que forma tan sublime de deshacerse de ese ataque ---antes de que pudiera tocar el hombro de Minato, este se volteó dispuesto a atravesarle el cráneo con su kunai, pero este lo traspasó.

--- ¡¿Pero qué...?!

--- Temo decirle que a caído en mi trampa. ---parecía querer succionarlo.

Cuando volvió a tocar el suelo, Minato estaba en medio del bosque, ese bastardo casi lograba su objetivo pero el rubio resultó ser más rápido que él.

--- No esperaba menos de ustes, Minato. Me a dejado impresionado.

--- ¿Quién eres? ---sólo conocía a un ninja capaz de hacer lo que ese hombre.--- ¿Acaso eres Uchiha Madara?

--- Imposible, él esta muerto. ---el hombre se colocó un par de cadenas en los brazos.

<<Sino lo detengo ahora podría ser una amenaza más grande que el mismo Kiuby, le dejaré la Aldea al Tercero. Debo pelear aquí.>> pensó Minato, lanzando el kunai tras su oponente quien se abalanzó sobe el con rapidez, en el momento en que Minato intentó propinarle un golpe este lo volvió a traspasar y atrapó a Minato con las cadenas.

--- Lo tengo. ---sin embargo, Minato se teletransporto lejos de su enemigo.

<<Su cuerpo no recibe ningún ataque y se materializa al atacar, bien, debo encontrar el momento precisó.>>

--- No tienes mucho tiempo, acabemos con esto de una vez.

--- Lo mismo digo, Relámpago Amarillo. ---Tobi corrió hasta Minato, el tiempo parecía iras lento y su mano casi alcanzaba a Minato, su capa estaba a un milímetro de distancia.--- Lo logré.

Minato desapareció, Tobi estaba sorprendido ante la técnica de su contrincante y recibió el Rasengan de lleno.

--- Maldición. ---musito, cuando el humo se disipo, su brazo reconstruido empezaba a caerse y el chakra que poseía era bajo.

--- ¡No bajes la Guardia! ---Minato apareció frente a él, colocando su mano en su pecho.

--- ¡¿Un sello de control?! ¡¿Intenta separme del Kiuby?!

--- Con esto, el Kiuby a dejado de ser tuyo. ---Tobi soltó un grito, era demasiado complicado salir de ahí victorioso, pero había logrado herir a Konoha de gravedad, estaba satisfecho.

--- Yo seré el gobernante de este mundo. ---musito con superioridad--- Hasta luego, Minato.

--- Se ha ido.

El rubio sabía que no tenía tiempo para indagar, Kurama seguía suelto y haciendo destrozos, tratando de encontrar a quien le había echo esto.

--- ¡Tercero'sama! ---un ninja sostuvo a su superior quien estaba agotado por la batalla.

--- ¡Debía detenerlo hasta que llegue Minato!

De pronto algo sostuvo a Kurama, un sapo y en su cabeza Minato.

--- Que alivio. ---suspiro el Tercero.

--- Detenlo un poco más, me falta chakra. ---musito el rubio al sapo.

--- ¡No pueden ser! Minato, se teletrasporto juntó al Kyubi, pero ¿hacia dónde? ---musito Iruzen--- ¿Allá? ---tras el Monumento del Hokage una luz resplandecia, el Tercero junto a su escuadrón salieron disparados hacia allá, aún debían ayudar.

[...]

Jadeante, Minato tenía a Kushina y Naruto entre sus brazos y a sus espaldas Kurama.

--- ¡¿Qué demonios paso?! ---gritó el Zorro al ver a Kushina en tan mal estado.

--- Fuiste controlado, un hombre con el sharingan.---Minato jadeo--- Casi no tengo chakra.

--- Aún puedo, Minato. ----de la espalda de la Uzumaki, las cadenas salieron, el chakra tan codiciado volvía ser la única opción.

--- ¡¿Esto es necesario?! ¡¿Es por qué me queje de tu mocoso?!

--- Debes quedarte quieto, lo sabes. ---el rubio hizo una serie de posiciones de manos.--- A partir de ahora, yo seré tu contenedor.

--- Al menos será un contenedor digno. ---musito Kurama con desgano--- Y hombre.

--- ¡Shiki Fuujin! ---el chakra de Kurama salió de su cuerpo,--- ¡Sello! ---la mitad de él y un sello apareció en el abdomen de Minato.

--- ¡¿Por qué sigo aquí?!

--- Estoy muy débil, sólo puedo tener una mitad tuya. ---el Hokage colocó una mano en el suelo y un pedestal de ceremonia apareció.--- Naruto deberá cargar con la otra mitad.

Dejó a su hijo en él, mientras Kushina sólo podía observar la escena con lágrimas en sus ojos, no era el destino que deseaba para su hijo.

--- ¡Hakken Fuuji! ---gritó.--- ¡Sello!

Kurama ahora estaba dentro de Naruto, ahora ambos rubios eran jinchurikis y cargarian con ese peso toda su vida.

--- ¡Minato! ¡Kushina! ---el Tercero apareció junto a sus hombres y tomó al bebé entre sus brazos.

Minato sonrió y cayó rendido mientras un ninja lo sujetaba, lo mismo paso con la Uzumaki.

--- ¡Llevenlos al hospital! ¡Alerten a los médicos!

--- ¡Si!

Mientras era transportada, Kushina sonrió y trató de hablar con su hijo:

"Naruto, espero que algún día comprendas lo que hemos echo y que no nos odies por eso. Hemos peleado todo le que pudimos y en esto momento no se si Minato sobreviva pero sólo puedo decirte algo:

Te amamos mucho y te cuidaremos hasta el final."

Fin.




Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora