Capítulo 10

868 53 3
                                    

Entre las filas, con nerviosismo, Itachi se había presentado a la Ceremonia de Inauguración para la Academia Ninja.
A sus espaldas, sus padres se mantenían con una sonrisa que reflejaba lo contentos que estaban por el futuro.

---¡Espero que den su mejor esfuerzo, un ninja debe saber afrontar las adversidades con valentía y darle protección a los civiles y débiles que no pueden pelear por si mismos!---dijo Minato, quien mantenía la vista en el hijo de su mejor amigo.---¡Bienvenidos a la Academia Ninja!

Itachi vio una melena castaña conocida y cuando se volteó pudo ver la sonrisa que le regalaba a él: Izumi Uchiha. ¿Sería su compañera? Sin dudas, lo añoraba.

Habían hablado varias veces cuando los niños se quedaban con los ancianos mientras los adultos iban a las juntas del Clan. Era una chica inteligente, eran de la misma edad y sin embargo algo dentro del él le decía que algo los diferenciaba, aunque aún no sabía que era.

Cuando se dio por finalizada la ceremonia el pequeño Uchiha corrió hasta los brazos de su padre quien lo cargó dándole vueltas por los aires. Iruka dio la señal de que era la hora de volver a las clases.

---Vendremos por ti a la salida, cuidate mucho cariño.---dijo en tono cariñoso Mikoto dándole un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

---Ponle atención a tus maestros y se educado. Nada de peleas---advirtió Fugaku revolviendo el cabello a su primogénito.

---¡Si!---él niño se despidió una vez más de sus padres y corrió dentro de la Academia.

Era hora de su comienzo de la vida ninja.

Era hora de convertirse en un soldado.

[...]

Gai corría por la Aldea como alma que lleva el diablo. Estaba sonriente como de costumbre y su sed de superarse a sí mismo se hacía notar con cada paso que daba.

<<Hoy es el día, ¡estoy seguro!>> pensó <<¡Hoy vencerá a Kakashi Hatake!>>

Se detuvo frente a los campos de entrenamiento, estaba seguro que encontraría a su mejor amigo en ese lugar. Últimamente siempre se la pasaba ahí, se le hacía excesivo hasta para él.

Recorrió el lugar de arriba a abajo pero no había rastro del platino, suspiro cansado, hace días que no sabía nada él y eso le preocupaba un poco aunque su amigo solía ser muy reservado eso no quitaba el hecho de que tenia personas que se preocupaban por él cuando le daba por desaparecer como si la maldita tierra se lo hubiera tragado.

Siguió su camino rumbo a Ichiraku un poco desanimado, sólo quería saber que le pasaba al Hatake por la cabeza, desde la muerte de Obito el platino era más mandon, reservado, serio e inaccesible. En lugar de tener 13 años parecía tener 40.

<<Estúpido Kakashi, se olvidó de sus amigos, de sus colegas, se olvidó de mí. Lo único que le importa es el ANBU, en ese lugar sólo hay un montón de imbéciles que se creen superiores a los demás.>>

Al pasar por la Academia, Gai se quedo observando el lugar unos momentos, Kakashi y él habían aplicado para el mismo curso pero el platino duró poco tiempo en el por sus habilidades. Sin embargo, para ese entonces estos dos ninjas ya habían forjado una amistad sólida.

<<¡Idiota estoy furioso contigo!>> pensó Gai llenó de ira, golpeando una y otra vez un tronco hasta que se hizo añicos. Jadeante pero no satisfecho el shinobi pateo una vez más el tronco antes de alejarse a pasos largos del lugar.

Lo cierto es que extrañaba a su mejor amigo, y eso lo hacía enfurecer.

[...]

Incrédula, miro a Tsunade boquiabierta, no podía ser posible.

----¿E-embaraza?---fue lo único que atinó a decir.

---Si, lo estás.---afirmó la Sannin.---Tienes pocas semanas, pero tu bebé está sano.

《¡¿Un bebé?! ¡Debe ser una maldita broma!》blasmo Kurama en su interior, molesto.

<<¡Deberías alegrarse por mi'ttebane!>>

《¡¿Qué me alegré?! ¡Aquí hay muy poco espacio como para compartirlo con un mocoso!》farfullo furioso.

<<Sólo deberás aguantar unos meses>> trató de calmarlo, lo único que le faltaba era un Zorro rabioso.

《¡Necesito otro contenedor!》

---¡Kushina! ¡Kushina!---Tsunade chasqueo los dedos frente a la pelirroja.

---¿Eh? ¿Qué pasa?

---Te decía que debes tener cuidado con tu embarazo, sobre todo los últimos meses, informaré a Minato sobre la situación y las medidas que creo que debe tomar como precaución.

---¡No!---gritó la Uzumaki.---Yo quiero decírselo primero'ttebane.

Tsunade la miro con cierto fastidio.

---De acuerdo, es tu decisión. Aún puedes esperar a que cumpla más, por el momento estas fuera de peligro.

---¡Bien! ¡Muchas gracias Tsunade'san!---hizo una reverencia con una sonrisa de oreja a oreja.

---Espera, Kushina.

---¿Eh? ¿Qué ocurre?

---¡Quiero que te comportes!---gruño la Sannin, a modo de advertencia.---Tu estado es de importancia para la Aldea, quizá quieran encerrarte, por eso debes mantenerte tranquila hasta que Minato se entere, y cuando pase, el Consejero decidirá tu situación.

---Minato, él no dejaría que nos pasará nada.---Tsunade suspiro.

---Lo se, pero no debes hacerle que protegerte sea más difícil.

---Si.---asintió.---Muchas gracias.

Emocionada, la pelirroja salió del hospital y soltó un grito al aire. ¡Sería madre! No podía sentirse más feliz y dichosa; tanto que unas cuántas lágrimas le saltaron.

Tenía ganas de salir corriendo hacia la Torre del Hokage y decirle todo a Minato, poder ver la alegría en su rostro pero, tenía un mal presentimiento, sentía como si algo malo le fuera a pasar a su bebé si abría la boca antes de tiempo, así que decidió callar sólo hasta que su hijo cumpliera 2 meses.

---Perdóname, Mina'chan pero se que entenderás.

Aunque había otras personas a quien podía contárselo y no la delatarian. Aunque debía esperar a que Rin saliera de su entrenamiento con Jiraiya, y Kakashi estaba en una misión de la cual no regresaría hasta dentro de tres días, (debió sacarle la ubicación  del Hatake a la fuerza al pobre Hokage) tendría que ser Mikoto la primera en enterarse, sin más, se puso en marcha.

[...]

Una risita se filtró entre el silencio abrumador de la oscuridad.

Pero que idiota era el líder de Akatsuki.

Era todo tan fácil ahora que su nuevo cuerpo se había perfeccionado, sin duda alguna, Madara era un hombre que sabía lo que quería y ahora, Obito (ahora conocido como Tobi) podía sacar el mejor partido de ello.

---De saber que ingresar a los Akatsuki sería tan fácil, lo habría hecho hace años.---susurro para si mismo.

Sin duda, una vez que su noble corazón había sido corrompido por el odio y la venganza, la idea de querer ser un Hokage le parecía repulsiva, formar parte de todo ese sistema que se empeñaba en matar a diestra y siniestra.

"Por mi Aldea, por mi Nación."

<<Menuda mierda.>> pensó, él que nunca conoció a sus padres, y cuando por fin encontró algo a que aferrarse se le había sido arrebatado de una forma tan cruda y cruel, sólo pudo sentir rabia al querer ser parte de todo eso.

Un Hokage.

Oh peor aún, como Minato.

Cuando por fin dejó inconciente el cuerpo del hombre que era su primer objetivo, se lo cargó al hombro y hecho a andar hacia el escondite de la Organización.

Lo único que lo detenía a lanzarse contra la Aldea de la Hoja era la idea de poder recuperar a Rin.

Y el sueño de tener el corazón sin latido de Kakashi entre sus manos.

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora