Capítulo 20.

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6 meses después.

Hoy era el día. El día en el que por fin conocería a su hijo.
Estaba hecha un manojo de nervios y ¿cómo no? Si Minato se había ido en la mañana juntó al Tercero para preparar el lugar donde daría a luz.

Sin dudas, no podía ser dentro de la Aldea era un riesgo terrible, así que los preparativos y la seguridad no tardaron en llegar, pero, eso no quitaba su emoción. La Nohara había ido a visitarla hace unos días y contarle cuán bien le iba en su relación con cierto Hatake que estaba en misión desde hace meses.

A Kushina no le sorprendió para nada pero se sentía un tanto mal, después de todo Mikoto tenía razón: Sería mejor que pasará con naturalidad.

--- Kushina, ¿me está escuchando?

--- N-No, disculpe, ¿Qué decía?

--- Te decía que no vayas a gritar aunque te duela, a pesar de todas las prevenciones que hemos tomado, pasar desapercibidos es nuestra mejor arma. ---musito la mujer de Tercero, la pelirroja asintió.

--- ¡Mikoto'chan! ---pudo ver a su mejor amiga caminar tranquilamente junto a sus dos hijos.

--- Kushina'chan, que alegría verte.

--- ¿Es él? ---preguntó mirando al pequeño de cabello castaño en los brazos de su amiga.

--- Si, su nombre es Sasuke. ---respondió con cariño.

--- ¡Oh, es tan guapo como Itachi'kun! ---el nombrado sonrío--- Mikoto, ¿en serio duele tanto como dicen? ---susurró esto último.

--- Si, duele mucho. ---respondió--- A ti te falta poco, ¿cierto?

--- Si, pero ya verás que nuestros hijos serán grandes amigos.

--- Eso espero.

--- Vamos Kushina debemos irnos.

--- Oh, ¡Adiós Mikoto, Itachi y Sasuke!

--- ¡Adiós! ---respondió los Uchiha con una sonrisa.

Mientras la esposa del Tercero le daba más indicaciones, Kushina no podía dejar de pensar en que sólo deseaba que su hijo fuera un gran chico y que tuviera grandes amigos, en especial que Sasuke y él de llevarán bien.

[...]

El sonoro grito era todo lo que se escuchaba en el recinto, Minato estaba sumamente preocupado por su amada pelirroja, nunca gritaba así y temía lo peor.

--- ¿Está segura que esta bien?

--- Calla, creo que veo su cabeza. ---respondió la mujer--- ¡Vamos Kushina, sólo un poco más!

La Uzumaki obedeció, dando toda su fuerza y Minato se empeñó más en mantener el sello, cuando ambos escucharon el llanto de su primogénito el dolor y el cansancio se desvaneció. Todo valía la pena por ese pequeño llanto, Kushina dejo escapar las lágrimas de felicidad al saber que lo había logrado.

《¡Al fin! ¡No iba a soportar más con ese mocoso!》blasmo Kurama.

Lo que le hizo soltar una risita a Kushina.

--- Es un hermoso varón.

--- ¿Puedo cargarlo? ---preguntó Minato con emoción al ver a su hijo pasar frente a él.

--- Aunque seas el Hokage, primero debe cargarlo la madre.

Cuando Kushina tuvo a su pequeño junto a ella, rompió en llanto, se sentía plena y dichosa por la oportunidad de ser madre.

--- Bienvenido a casa, Naruto. ---susurró haciendo llorar a su marido por la bella imagen que se presentaba ante sus hijos.

--- Kushina, gracias.

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora