Capitulo 17.

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---¿Un niño?---la Uzumaki miro sorprendida a la mujer frente a ella.

---Así es, uno más.

Mikoto acarició su vientre abultado con cariño, en poco tiempo conocería a su hijo y no podía sentirse más emocionada.

---¿Haz pensado en algún nombre?

---Si, yo...---la Uchiha se vio interrumpida por el sonido de la puerta.

---¡Estoy en casa!---la voz de su marido se coló por la estancia.

Kushina bufo.

Mikoto intento levantarse pero Fugaku llegó rápido para sostenerla.

---¿A dónde crees que vas?---el líder del Clan se sentó junto a ella.---Tomate.

---Fugaku'baka---respondió la Uzumaki con molestia.

---Creí que el estar embarazada te haría más tierna.

---Y yo que tener otro hijo menos idiota.---eso no llevaría a nada bueno.

----¡¿A quién le dices idiota?!--- preguntó Fugaku, molesto.

---¡Al único que tengo enfrente!---gritó, levantándose.

---¡Mira quien habla, Tomate!

---¡Basta!---la Uchiha miró a su esposo con desaprobación y él se sentó al igual que Kushina.

---Lo lamento.---se disculpó la Uzumaki.

---Y bien, ¿Qué tal esta Minato?

---Esta feliz, no deja de parlotear cuanto quiere que ya nazca su hijo, aunque él cree que será niña pero es obvio que será un varón'ttebane.

---¿Un varón? ¿En serio lo crees?---Mikoto estaba sorprendida ante la afirmación de su amiga.

---¡Si! Puedo sentirlo.---susurró con una sonrisa.

---Hmp, al menos espero que se parezca a Minato. Sería un fenómeno si heredará tu cabello.---farfullo Fugaku con una media sonrisa.

---¡¿Qué dijiste?! ¡Al menos Itachi'kun lo único que tiene de ti es el cabello! ¡Por eso es guapo, porque no se parece a su padre!

---¡¿Qué dices?! ¡Al menos mi hijo se parecerá a mi!

---¡Eso quisieras!

Mikoto suspiró; esos dos no podían estar juntos mucho tiempo sin pelear pero eran amigos y sabía que los hijos de ambas se llevarían de bien, como Kushina había dicho:

Podía sentirlo en su corazón.

[...]

Mientras esperaba a su compañero, Itachi e Izumi descansaban en las Puertas de la Aldea. Su primera misión y ella estaba hecha un manojo de nervios.

---¿Estás bien?---fue lo único que él atinó a decir al verla tan inquieta.

---¿Eh? S-Si es sólo que, estoy nerviosa. ¿Sabes? Siempre hemos estado en la Aldea y ahora...---Su voz se apagó. Itachi la miró unos instantes sin entender muy bien que decir. Su madre era buena para eso pero él era idéntico a su padre.

---Tranquila.---empezó---Estaremos bien, fuimos entrenados para esto y además...---hizo una pausa.---Yo te protegere.

A Izumi se le iluminó la mirada ante la afirmación del Uchiha y creyó firmemente en sus palabras. Él no la dejaría, de ninguna manera, además ella también era una Uchiha y no podía ser débil y quería ser un orgullo para su familia y lograr estar a la altura de Itachi.

---Gracias Itachi'kun, yo también te cuidaré.

---¡Déjense de coqueteos ustedes dos!---la voz que los interrumpió era de su compañero que los miraba con el ceño fruncido.

---¡No estamos coqueteando!---se defendió Izumi, levantándose.

Seguida por Itachi, levemente sonrojado mientras veían a su sensei acercándose hasta su posición.

---Si claro, no me importa.---respondió Tenma---Mientras no se interpongan en mi camino, no me concierne.

---¿Interponernos? ¿A qué te refieres?

---Ya sabes, con su amor prohibido y secreto.---Izumi lo miró enfadada ante aquella afirmación---Y ojos de ensueño...

---¡No haremos eso!---aseguró la Uchiha.---¡Estamos en una misión!

---Bien, somos un equipo y no tenemos tiempo para eso.---Tenma se adelantó y comenzó a caminar hacia la salida de la Aldea, seguido por los Uchihas.

Era su primera misión como equipo y ciertamente, desde ese instante todo era desconocido y vano.
Itachi recordó las palabras que su padre le había dedicado esa mañana, antes de que cada uno siguiera su camino:

"---Manten a tus compañeros a salvo, deben cuidarse los unos a los otros y enfrentar lo que venga. Suerte, hijo."

Ahora, en medio del camino mientras se dirigían a su destino, Itachi pudo sentir el peso en sus palabras y todo lo que conllevaba ser ninja, un Uchiha o simplemente él. No pudo haberlo sentido antes porque estaba tan eclipsado en el hecho de ver a su padre orgulloso sin sentir cuanto debía arriesgar.

Sólo esperaba estar a la altura.

[...]

Incapaz de moverse, lo único que podía escuchar era el latir de su corazón y su respiración.

¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba? ¿Por qué no podía moverse?

Ni siquiera su vista podía enfocarse y el pánico le había abrazado en cuerpo, tenía miedo y mucho.

Sólo era una misión, la primera y se suponía que debía ser sencilla, ¡era gennin! Sin embargo, la emboscada había acabado con su sensei en un instante y los ninjas enemigos eran rápidos y ágiles, no podian haber anticipado aquello pero eran tantos y todos ellos tan fuertes que la confianza de Itachi se había ido.

Él nunca se había visto así mismo como un prodigio, sólo era un chico con ganas de aprender y ser lo suficiente bueno para su clan. Pero ahora, ahora estaba paralizado mientras sus enemigos avanzaban con paso firme hacia él con kunais y shuriken en mano, decidos a arrebatarle la vida y él sólo podía escuchar un gritó a lo lejos, de angustia y desesperación, alguien lo llamaba pero él no podía moverse:

---¡Itachi!

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora