Te quiero a ti.

Capítulo 6.

Kushina y Mikoto caminaban por la Aldea, la pelirroja en unas horas salía a una misión importante y era de las pocas que solía hacer sin Minato, así que decidió pasear junto a la Uchiha sólo para no pensar en su rubio favorito.

--No deberías estar tan nerviosa.--susurro la Uchiha ante la actitud de su amiga--Ya haz hecho misiones antes sin Minato'kun.

Y era cierto, pero Kushina no recordaba como era estar sin él, todo antes de Minato resultaba lúgubre.

--Y-yo...--pero se interrumpió al contemplar la escena frente a ella, casi era como si una cubeta de agua fría le cayera encima: Kakashi estaba arrodillado frente a ella con Rin en brazos. Sin pensarlo corrió hasta él.

--¡Kushina!--gritó Mikoto a sus espaldas, pero ella ya no la escuchaba sólo podía ver a los dos niños frente a ella, tan heridos, tan dolidos. La preocupación se apoderóde ella, sintió como si rompieran su corazón al verlos así <<Prometeme que cuidaras a Mina'chan y Rin'chan>> le había dicho, pero en su promesa no decía nada sobre él.

--¡¿Qué ocurrió?!--gritó, desesperada. Kakashi le entregó a Rin con delicadeza y miró a la Uzumaki con temor, pero sabía que su temor estaba en Rin: Kakashi Hatake temía perder a Rin.

--Nos emboscaron y Rin, ella tiene al tres colas dentro, ¡es un junchuriki! ¡Debe llevarla con Jiraya'san!--gritó, Kushina asintió lentamente. El Hatake se levantó y entonces vio lo herido que estaba y su nivel de chakra era bajo.--¡Se lo encargó Kushina'san, por favor cuidela!

--¡¿Qué hay de ti?!

--¡Minato'sensei me necesita!--y sin más, salió corriendo tan rápido que Kushina no pudo hacer nada para detenerlo.

--¡¿Qué pasó?!--se acercó Mikoto, confundida.

--¡Iré con Jiraya'san! ¡Por favor Mikoto'chan informale al Tercero por mi!--entonces, desapareció.

[...]

¿Por qué dolía tanto? Era una imagen horrorosa, tan perturbadora que Obito estaba paralizado por la rabia y la impotencia, ¿pudo haber hecho algo? En definitiva si, mucho más.

--Rin.--sollozo, alargando el brazo, trantando de tocarle la mejilla y con lágrimas en sus ojos. Sin embargo, se llenó de horror cuando no pudo tocarle,--¡¿Qué?!

Se separó de ella, se sentía tan extraño, como si una bomba estuviera a punto de explotar. Ella estaba muerta. Muerta. A quien tanto amaba ahora yacía en el suelo cubierta de sangre.

Y la imagen se repetía una y otra vez.

Había sido asesinada por Kakashi, atravesandole el pecho con su shidori. Dejándola caer de espaldas al suelo, su sangre cayendole en el rostro y acabando con su vida. Y llevándose entre sus manos la de él.

Gritó tan fuerte, un gritó desgarrador que dejaba salir todo aquello que sentía: la rabia, el dolor, la impotencia. Ya no podía hacer nada, sólo estaba él con su cuerpo frío a sus pies y la sangre manchandole las manos, la ropa. ¿Por qué justo a ella debía de haberla visto marchar? ¿Por qué había tardado tanto en llegar?

--De esto estoy hablando, Obito.--la voz de su salvador le hizo levantar la mirada destrozada del Uchiha.

--¿D-de qué estas hablando?--balbuceo, con un hilo de voz.

--Es nuestro deber--comenzó.--Debemos construir un mundo donde solo exista paz, donde la armonía reine y la gente no muera--Obito dirigió la vista hacia la kunoichi de cabello castaño--Donde todos puedan volver, aunque eso implique destruir este mundo imperfecto, ¿Qué me dices Obito?--susurro Madara.--¿No quieres volver a ver a Rin con vida?

Acarició su rostro con la mano derecha, tenía la respiración acelerada y sentía como si su alma le hubiera sido arrancada del cuerpo, ¿volver a ver a Rin con vida?

--¿No deseas hacer pagar a Minato Namikaze por su incompetencia?--farfullo--¿No deseas tener a Kakashi Hatake entre tus manos, suplicando por su vida?

--Si.--respondió con voz ronca--Aceptó.

[...]

Minato golpeó al último shinobi enemigo y este cayó al suelo, habían sido bastantes y se habían llevado una parte de su chakra, pero al menos había llegado a tiempo para que Kakashi y Rin pudieran escapar.

--¡Minato'sensei!--el grito lo desconserto, el shinobi que se acercaba a él con rapidez estaba herido, lo había visto, entonces ¿qué hacía ahí?

--Kakashi, ¡¿Qué haces aquí?!

--Vine a ayudarlo, Minato'sensei--respondió, agitado.--Pero parece que he llegado tarde.

--¿Uh? Fue más fácil de lo que creí.--Minato se rasco la nuca con una sonrisa avergonzada, entonces se dio cuenta que el chakra de Kakashi era mínimo--Debemos volver a la Aldea.

--Si--respondió el pequeño y cuando el Hatake se disponía a salir de ahí, Minato lo noqueo.

--Se que te haz esforzado mucho, pero deja que cuide de ti.--le susurro tomandolo en brazos y saliendo de ahí.

Y había sido una larga lucha, desde el momento en que Obito murió hasta aquel entonces, peleando con toda su fuerza para proteger a Rin e incluso volviendo para ayudarlo. Minato sonrió abiertamente, observando a su alumno con gratitud, al fin había aprendido que los compañeros eran más importantes que las reglas, su corazón parecía empezar a hablandarse.

<<Será mejor que me apresure, esperó que Rin este bien>>.

[...]

--¡¿Qué?! ¡¿U-una jinchuriki?!--preguntó incrédula la Uzumaki, Jiraya sólo observaba a la castaña que dormía tranquilamente, su sello había sido controlado y ahora debía recuperarse.

--Su bestia es la de tres colas, me sorprende que haya resistido tanto--respondió el sannin.--Ahora debemos esperar a que se recuperé y la llegada de Minato.

--¿Qué pasará con ella?--susurro Kushina preocupada.

--Eso lo resolverá el Hokage.

La puerta de abrió de par en par, dejando al descubierto a quien sería el Cuarto Hokage, sus ropas estaban cubiertas de sangre pero se veía ileso.

--¡Mina'chan!--gritó la pelirroja, Jiraya sonrió.

--Me alegra verte, cariño.--la abrazó--Dígame Jiraya'sensei, ¿cómo esta?

--Es una chica bastante resistente, pero ahora deberá ser instruido sin duda para controlar su bestia.

--Si, sin duda nuestro enemigo es muy poderoso y vendrá por ella en cualquier momento.

--Y por todas las bestias que haya aquí.--susurro el Sannin.--Debemos actuar cuanto antes.

--¿De quién es esa sangre?--intervino Kushina.

--De Kakashi. Lo a dado todo por su Equipo.

--¡¿Esta bien?!--gritó.

--Lo esta, ahora descansa a unas habitaciones de aquí.

<<Al fin parece que te haz dado cuenta>> pensó Kushina con emoción.

[...]

--Parece que empiezas a mejorar bastante--le dijo Setsu con alegría, sin embargo, Obito se había vuelto bastanten sombrío, miro con odio.a su ayudante.

Golpeó con fuerza a su oponente, tratando de no dejarse llevar por la ira.

--¿Es todo lo que tienes?--farfullo.

--¡Imbécil!--gritó, dando tantos golpes como podía, no dejaría que nadie se burlara de él, no de nuevo.

No descansaria hasta que tuviera el cuerpo agonizante de Kakashi entre sus manos.