Soy un Elemento

Te acepto, aceptame!

Narra Sally

Todo volvió a ser negro, pero no le presté atención. Estaba mirando mis pies con el ceño fruncido y tratando de que mis ojos húmedos no derramen ni una lágrima.

Ves a los que me refiero- empezó a hablar esa molesta voz- ellos te tratan mal, deberías devolvérsela, no crees?

No contesté, solo me quedé como antes.

No te valoran, te echan la culpa de cada desastre por que creen que tú eres un desastre- cerré mis manos en forma de puños- te ven como algo violento aun si no tienes esa intención- cerré los ojos, quería que se callara- si te creen un desastre, se un desastre; si te creen violenta, se violenta, conviértete en lo que ellos creen que eres, un monstruo...

Sally: basta- murmuré.

Después de todo...- continuó

Sally: cállate- dije más alto.

Eso es lo que eres

Sally: cállate!- grité.

Acéptalo, acepta la verdad, porque a eso es lo que le temes, no?- abrí los ojos como platos- temes a la verdad, a que se den cuenta del demonio que eres, a que se alejen, le temes a estar sola- no pude más, unas cuantas lagrimas se me derramaron- pero nosotros nunca te dejaremos- miré para al frente y delante mio estaba ese pájaro de plumas negras como la noche- yo siempre estaré contigo, yo te acepto tal y como eres- las lágrimas no paraban- pero necesito que tú me aceptes

Sally: yo... yo te a- de pronto lo negro se fue dejándome confundida. Miraba a mi alrededor pero no entendía nada, todo estaba borroso. Creí escuchar mi nombre. Mi vista se fue aclarando y pude presenciar como Seto me agitaba de un lado a otro pronunciando mi nombre con preocupación en el rostro.

Seto: Sally!- lo miré a los ojos y este me abrazó- por dios casi me matas del susto!- se separó de mi. Me senté y pode notar como una de las criaturas esqueléticas se encontraba en el piso congelada- estas bien? lo miraste a los ojos- uno se empezó a acercar a nosotros y traté de advertir al alvino, pero sin decir ni una palabra este lo congeló sin quitar su mirada en mí.

Sally. es-estoy bien, gracias- le agradecí, Seto suspiró aliviado y me ayudó a pararme. Que fea experiencia.

Seto: dos cosas; una, ya acabamos con todos y parece que se acercan más; y la segunda es que no era necesario el golpe- ah cierto! miré su mejilla derecha y tenía un enorme moretón hinchado y violeta.

Sally: jeje lo siento- dije con un tono de inocencia.

Rei: todos aquí!- nos acercamos, seguro que ya tenía el siguiente plan.