Dia de melancolía.

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Me aliste lo más rapido que pude para ir a la escuela, mi madre me tenia un desayuno espléndido y Madisson estaba enojada conmigo porque yo no iba a tener un bebé y ella no tendría con quien jugar, es muy gracioso ya que ella no sabe y ni se imagina lo complicado que es cuidar a un bebe y conociendola se pondria muy celosa.

-Lia, ya que vas temprano ¿podrías llevar a Madisson a su escuela?.

-Si, no hay problema madre, Madisson alístate rapido para que yo no llegue tarde a mi escuela.

sali con Madisson pero ella se negaba a tomarme de la mano, había momentos en los que ella se adelantaba y tenía que alzar la voz para que me esperara, ya me estaba cansando de esta cuestión, cuando estábamos pasando la calle Madisson intentó soltarse de mi mano, no me aguante y le dije muy enojada:

-Mira Madisson ya estás lo suficientemente grande como para hacer pataletas de este nivel, ¿Se te olvida la angustia que tuvo nuestra madre en aquel altercado cuando te atropellaron?, no seas inconsciente, no queremos pasar de nuevo por esto y menos por una actitud de niña caprichosa y tan fastidiosa -. A madisson se le llorosearon los ojos, espero a que pasaramos la calle y salió corriendo hacia la entrada de su colegio, se paró en la puerta, me miró con aquella cara de decepción y dolor, ella no esperaba que yo le dijera esto en algún momento de su vida, creo que siempre he sido la cómplice de sus travesuras, por ende nunca se imaginaría que yo fuera tan frívola diciéndole las cosas, luego una niña la tomo de la mano y la obligó a entrar, me sentí tan mal, me destruyó tanto por dentro, recordé todo lo que le había dicho a Madisson y creo que fui muy dura, es muy pequeña como para entender tanto, es normal en su edad este tipo de pataletas, además no siempre se comporta de tal forma, nose porque reaccione de tal forma, ¿que me esta pasando?,  caminé hasta mi colegio mientras pensaba en todo lo que había dicho, no podía pasarlo por alto, la niña de mis ojos había sido lastimada emocionalmente por mi, por la persona en la que más confiaba, se que estaba totalmente destruida ya que normalmente se hubiera defendido, pero solo se quedo alli, mirandome mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, solo habia visto esta expresión una vez en mi vida, fue cuando mi padre me estaba contando que se quería ir de casa y que me estaba adelantando a los hechos para que no me diera tan duro cuando sucediera, en ese momento solo podía pensar en como se destruian mis inocentes pensamientos al saber que ya no tendría con quien jugar al té ya que mi padre hacía de rey, a la vez que pensaba en que tampoco volvería a jugar al castillo y al dragón, no me gustaba ser la damisela en peligro así que mi padre me denomino como un caballero honorable, una mujer siendo caballero, que descabellado sonaba para mí en el momento, todos esos días felices que quedarían en bellos recuerdos, solo recuerdos que el tiempo reprimiría con gran dureza y mi cerebro intentaría evitarlos a toda costa para no hacerme tanto daño emocional.

Mire mi reloj y note que iba a llegar tarde si no me apuraba, me perdí tanto en mis pensamientos que no note que el tiempo había pasado tan deprisa, me puse mi mochila de tal forma que me dejara correr para llegar a tiempo, cuando empecé a correr casi hago que a una ancianita se le cayeran sus bolsas llenas de naranjas  y casi me atropellan dos carros pero logre llegar a tiempo, tome las clases, Robby no había asistido hoy al colegio así que me la pase el mayor tiempo con las chicas ya que Francis estaba ligando con Danesa, pensando que esta le iba a seguir el juego en cualquier momento y así tener un mínimo chance de tener algo con ella, aveces cuando lo pienso suena tan estúpido, pero no imposible, la verdad es que si me pidiera ayuda seria mas rapido todo, pero su orgullo estúpido y poco lógico no deja que se doblegue y me pida ayuda.

Cuando llegue a casa estaban los bomberos y la policía frente a ella, mi madre estaba malhumorada y destruida, de la rabia que tenía sus ojos se estaban llenando de lágrimas.

-¿Que sucedió madre?.

-¿Un incendio en tu cuarto, aun estan buscando la causa de este, solo se pudo recuperar un poco de tu ropa, y uno de tus peluches-. Mi madre me entregó una caja, el único muñeco que había sobrevivido era el pequeño elefante que me obsequio mi padre antes de marcharse.


AbstinenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora