Abstinencia

El engreído de mi primo y el chico nuevo

-sigue estas como en tu casa

-gracias tía Alejandra, permiso, ¿donde esta Madisson y Lía?

-Ohh cariño están arriba alistándose, ya en un segundo estarán aquí con nosotros, mientras tanto puedes esperar en la sala.

NO! el por que esta aquí, mi madre para que lo invito, no quiero bajar, pero si no lo hago me voy a meter en problemas con ella y le tendré que contar todo.

-Hermanita sera que ya podemos bajar ? deja de mirarte tanto en el espejo que así estas perfecta

-si pequeña vamos, tienes razón

apenas bajamos a el imbécil de mi primo le empezaron a brillar los ojos y sentí como su mirada recorría todo mi cuerpo, me sentí observada y hastiada de el

-Querida, hace mucho que no nos vemos-. se abalanzo para darme un abrazo pero yo lo interrumpí y estrechando su mano, Toda la noche se la paso hablando de su trabajo y su estable familia alardeando todo lo que tenia a la vez que indirectamente criticaba todo lo que teníamos.

Agradecí el momento en el que vi que su coche se alejaba velozmente de mi casa, subí muy agotada me quite todas mis prendas y me fui a darme una ducha esperando que si me concentraba en las gotas de agua recorrían  las marcadas curvas de mi cuerpo, para olvidar aquellos recuerdos de los abusos de mi primo y sus chantajes, todo... TODO lo que me hizo pasar no tiene nombre y siempre se escudaba con sus tan famosas palabras 

"somos primos no pasa nada, ademas somos familia"

"si le dice a sus papas o a alguien mas la afectada sera usted ya que se aguanto mucho y se quedo callada mucho tiempo, no lo entenderán y siempre la van a culpar a usted por mis decisiones y actos"

y como yo era tan pequeña y tan ingenua, le creí, pero me arrepiento, todos los días de mi VIDA!.

Luego de la ducha me dirigí a mi cuarto para dormir un poco y llegar al colegio con una buena actitud; luego de la misma rutina de todas las mañanas me estoy dando cuenta que la monotonía me carcome cada día mas, convirtiéndome en un ser corriente que va por la vida sin criterio, hoy cambiara todo en mi vida, estoy totalmente decidida.

me fui por la ruta poco transitada para llegar mas rapido al colegio era un tipo de "atajo", pero mi madre no me dejaba ir por allá porque era peligroso según lo que le contaban, pero con la experiencia aprendemos ¿no?, la calle estaba totalmente destapada era difícil andar en la bicicleta y hubo en el momento en el que me caí de ella y estaba levantando los libros que se habían salido de mi maleta con la caída, cuando me iba a levantar vi que estaban asaltando a un chico así que intente hacer como que no había visto nada y me subí a mi bicicleta pero los asaltantes se dieron cuenta y me voltearon a mirar, uno me hizo unas señas, poniendo su indice frente a sus labios, pero uno salio corriendo hacia mi, así que empece a pedalear lo mas rapido que pude y logre perderlos y llegar a la escuela sana y salva.

-Lia por que estas tan blanca, estas como un papel ¿que te paso?

-me querían asaltar... pero logre escapar...pe... pero tengo miedo.

-ven nena siéntate y toma aire, ya paso, te hicieron algo? estas bien?

-Si,  ya estoy mejor Danne, gracias, y no te preocupes no me paso nada.

A lo lejos logre divisar a todos los engreídos de mi salón y a las zorr... digo, hermosas chicas a su lado sonriendo y haciendo bulla como acostumbran, pero un rostro resaltaba en medio de todos, era irreconocible, nunca lo había visto, es un chico de tez blanca, su cabello rubio que se resaltaba aun mas con la luz del sol  y una hermosa y perfecta sonrisa, era alto aunque no debo esperar mucho de el ya que si anda con ellos es por algo. 

-Lia no te parece que el nuevo es lindo?

-No, y menos si esta con ellos.

-Relájate chica se ve que es buena persona, ademas es muy guapo, vamos, ya casi empiezan las clases.

llegamos a los casilleros y saque los libros que necesitaba, cuando me dirigí a el salón me tope con el grupo de engreídos, intente pasar sin hacer contacto visual pero Samantha me  hizo tropezar y todos mis libros cayeron al suelo, mientras me levantaba del suelo el chico nuevo recogió mis libros.

-Ten mas cuidado a la próxima

-Gracias por el consejo.

-JA! que antipática, bueno es hora de que te vallas y aprendas a caminar o comprate unos anteojos... o algo pero no tienes porque estar acá, no es mi problema tu estupidez.

-como me lo esperaba, otro engreído y sin cerebro en la escuela ¡JA! que dicha, y escucha, tampoco es mi problema que las neuronas no le alcancen a Samantha para que madure y deje de actuar como una niñita haciendo tropezar a los demás,  permiso que puede que la estupidez sea contagiosa.- tape mi nariz con la manga y simule un gesto de desagrado, salí de allí con la mirada alta sin mirar atrás, estaba muy enfadada hasta que recordé que llegaría tarde a la clase del profesor Cruz y todo ese enfado se convirtió en preocupación, si seguía llegando tarde me agarraría bronca ya que estamos empezando el año escolar y no me conoce, pensara que soy una desaplicada.