CAPÍTULO 14 - Obstinato

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Charité Universitätsmedizin

Philippstraße, Berlin

11:00pm

Por alguna razón, esa noche del sábado 15 de marzo estaba un poco congestionada en tráfico. Lauren había recibido la noticia sobre su amiga alrededor de las 8:30pm y en cuanto finalizó la llamada, comenzó a recoger todas sus cosas rápidamente, mientras que Camila la miraba confundida.

—¿Qué ocurre? —preguntó preocupada.

—Keana fue llevada de emergencia al hospital. Tengo que ir—le explicó mientras colocaba su violín dentro de su estuche.

—Voy contigo—dijo Camila segura y Lauren no quiso refutar.

Ahora se encontraban enfrente del mostrador del famoso hospital Charité. Habían llegado hace más de hora y media, pero no les habían permitido el paso por no ser familiares, por lo que no les quedo de otra que esperar afuera. Lauren comenzaba a rozar sus manos contra su pantalón disimuladamente, pero Camila lo notó. Sin decir nada tomó el brazo izquierdo de Lauren lo alzó sobre sus propios hombros rodeándose a sí misma, y envolviendo a la ojiverde en un abrazo, a la vez apoyando su cabeza sobre el pecho de la mayor. Lauren soltó un suspiro y correspondió el abrazo. También agradeció mentalmente el que Camila ya no le preguntara nada y solo actuara cuando sabía que era lo que le sucedía.

Por otro lado, Ally, quien había venido con ellas en el auto también, mantenía su mirada fija sobre la recepcionista esperando a que diera una respuesta.

—De acuerdo. Pueden pasar porque ya la estabilizaron. La señorita Issartel está en la habitación 42 en el segundo piso—habló finalmente

—Muchas gracias—respondió Ally rápidamente y salió corriendo hacia el ascensor, mientras Lauren y Camila se separaron y trataron de seguirle el paso.

De ida al hospital nadie había pronunciado ni una palabra. Los nervios y el querer llegar rápido al hospital no se los permitía. Lauren había intentado no colapsar en el medio del tráfico por la ansiedad que crecía en ella al ver que los autos no se movían. Ally quien iba en la parte de atrás, simplemente iba observando el exterior a través de la ventana y esperaba que todo estuviera bien. Después de todo, se había encariñado mucho con Keana, pero como no hacerlo si era su compañera de cuarto. Por último, estaba Camila. No es que no le importara la situación, pero estaba ligeramente menos desesperada que las otras dos, ya que debía estar pendiente de Lauren, y si ella se desesperaba más de la cuenta, no podría ayudarla en caso de que sucediera algo.

El ascensor se detuvo en el primer piso, dejando salir a tres personas, las cuales salieron con demasiada tranquilidad según Lauren. Quería llegar de una vez a la habitación donde se encontraba una de las dos únicas amigas que la habían acompañado en su primer mes en Enharmonische, ya que no podía olvidar a su mejor amiga, Normani. Soltó un gruñido de frustración cuando vio que un paciente en silla de ruedas estaba tratando de ser ingresado al ascensor.

—Tranquila Lolo—habló Camila acercándose a la ojiverde y poniendo su mano sobre su brazo. Comenzó a acariciarla para que se tranquilizara.

—Es que me frustra que mientras más apurado se está, todo vaya más lento—volteó su rostro hacia el de Camila y susurró en su oído.

—Lo entiendo, pero ya estamos casi ahí y además nos acaban de decir que la pudieron estabilizar. Eso debería poder relajarte un poco—susurró de vuelta y Lauren simplemente soltó otro suspiro y la miró fijamente.

—Tienes razón

—Lo sé—le regaló una sonrisa y depositó un beso en su mejilla.

Finalmente llegaron al piso dos y le preguntaron a una enfermera que iba pasando por el pasillo que les indicara donde estaba la habitación 42.

Enharmonische University (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora