Una jovencita pelinegra que se encontraba ojerosa por el insomnio que había tenido durante toda la noche tratando de encontrar alguna forma para poder recuperar todo lo suyo sin tener que aceptar la absurda propuesta que le había echo el joven de cabello de flama.
No, no pienso comprometerme con él, además yo ya tengo novio y ese llama Gokú, él será mi futuro esposo, en cuanto vuelva de su viaje a la China nos casaremos, pensaba la pelinegra mientras se ataba su cabello en una coleta.
La pelinegra luego de terminar de arreglarse salió presurosa de la habitación de hotel donde se encontraba.
Señorita Ox, la llevo a su casa, dijo el mismo hombre que el día anterior la había traído de su casa a la capital y al hotel.
No se preocupe, yo me voy por mi cuenta, dijo la pelinegra mientras pensaba: Hoy se va Gokú, él debe estar llegando al aeropuerto de Capital Central en un par de horas, iré a esperarlo allá.
Pero señorita, el joven Ouji me dijo....., decía el hombre siendo interrumpido por la pelinegra.
No se preocupe, yo puedo irme sola, además tengo algo que hacer aquí antes de volver a mi pueblo, dijo Milk.
Esta bien señorita, dijo el hombre.
La pelinegra al ver al hombre retirarse se comunico con el joven de cabello alborotado.
¿Estás en la Capital Central?, decía Gokú a través de la línea telefónica.
Si, es que vine ayer por algo que necesitaba, te estaré esperando en el aeropuerto para despedirnos, decía Milk con tristeza.
Está bien, yo ya voy en camino, dijo Gokú.
No le comentare nada de este problema que estoy pasando no quiero ser un obstáculo en sus sueños, por que si se lo digo estoy segura que no querrá irse y yo no quiero que el pierda esa oportunidad, ya veré como soluciono este problema, tiene que haber otra solución, pensaba la pelinegra.
Minutos después: "Empresa"
¿Cómo que no quiso que la llevaras a su pueblo?; decía furioso Vegueta a través de la línea telefónica.
La señorita me dijo que tenía algunas cosas que hacer en la capital y que ella volvería a su pueblo por su cuenta, decía el chofer con temor.
¿Aún estás en el hotel?, dijo Vegueta furioso.
Sí, dijo el empleado.
¿Ella ya salió de el?, dijo Vegueta.
Si señor pero aún no se va sigue platicando por celular a la entrada del mismo, decía el hombre que estaba con el auto estacionado a unos metros del lugar donde estaba la pelinegra.
Entonces síguela, quiero saber que cosas tan importantes tiene que hacer que no quiso que la regreses a su pueblo, dijo molesto Vegueta.
Así será señor, dijo el hombre.
Luego de algunas indicaciones de Vegueta, el empleado de este cortó la llamada y siguió a la pelinegra que abordaba un taxi.
Al aeropuerto, dijo Milk.
Como usted diga señorita, dijo el taxista.
El taxi que transportaba a la pelinegra emprendió camino sin darse cuenta que otro auto los seguía.
Minutos después:
La pelinegra bajaba del auto y entraba al aeropuerto siendo seguida por la mirada del empleado de Vegueta.
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"El niño sin amor"
RandomPerdió a sus padres cuando era solo un niño, fue criado por un amigo de sus padres, pero nunca supo lo que era el amor hasta que la conoció y descubrió ese sentimiento pero ella amaba a otro y el no sabía como demostrarle que la amaba por ello comet...