Capítulo 13: "Cada día te odio más"

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Una bella jovencita pelinegra miraba con molestia a un joven de cabello de flama que reía a carcajadas mientras la miraba.

Como lo detesto, cada día lo odio más, pensaba la jovencita pelinegra mientras empuñaba sus manos de rabia.

Sírveme un café, sé cortes con tú futuro prometido, dijo Vegueta riendo.

La pelinegra con molestia se dirigió a la pequeña cocina de su casa y empezó a servir la taza de café que el joven cabello de flama le había solicitado.

Minutos después:

Aquí tienes, dijo la pelinegra con molestia colocando la taza de café sobre una pequeña mesa de centro que había en su sala.

Así me gusta, que seas buena chica, ya nos estamos entendiendo, dijo Vegueta mientras tomaba la taza y tomaba un sorbo de la misma.

La pelinegra camino a la cocina bajo la mirada del joven cabello de flama que seguía cada uno de sus movimientos.

Si eres obediente nos llevaremos muy bien, dijo Vegueta.

Yo pienso conseguir el dinero, aún falta tiempo, dijo Milk.

Lo sé pero dudo que lo consigas, además tome una nueva decisión, dijo Vegueta mientras la pelinegra lo miraba intrigada.

No te asuste, no es nada malo, solo tomare tú palabra vendré más seguido a verte, quiero que nos conozcamos más tampoco quiero que nuestro futuro matrimonio sea como un témpano de hielo, dijo Vegueta.

Yo no me casaré contigo, dijo Milk.

¿Por qué?, ¿por el inútil del ángel de Paoz?, vaya que tuvo más suerte que yo, dijo Vegueta.

¿Por qué dices eso?, dijo Milk.

Tú lo sabes, no te hagas, a él le dieron una beca para perfeccionar sus técnicas en la China por 5 años en cambio a mí solo un cheque con dinero y mi premio fue representar al país en el próximo campeonato internacional, dijo Vegueta.

¿Tú sabías qué había un premio tan bueno para el segundo lugar?, dijo Milk intrigada.

No, me entere el día que recibí mi cheque pero creo que fue lo mejor, porque así puede corroborar algo, dijo Vegueta.

¿Qué?, dijo Milk intrigada mientras picaba unas verduras.

Qué tú no le importas nada, puesto que se fue sin mirar atrás y estoy seguro que ni siquiera te ha llamado desde que llego a la China, ese es un idiota su único interés son las artes marciales, dijo Vegueta lastimando el corazón de la pobre pelinegra.

Eso no es cierto, dijo Milk.

¿Acaso sigues en contacto con él?; dijo Vegueta de manera irónica.

La pelinegra no dijo nada, solo bajo la mirada mientras su vista empezaba a nublarse por las lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos.

Estuvo bueno tú café, ya me tengo que ir, pero vendré a verte más seguido, tal vez hasta entrene contigo, eres muy buena compañera para entrenar, dijo Vegueta sonriendo de manera irónica antes de salir de la casa de la pelinegra dejando entristecida a la pobre jovencita.

Cada día te odio más, eres muy cruel, muy cruel, decía la pelinegra mientras gruesas lágrimas brotaban de sus bellos ojos negros y resbalaban por sus blancas mejillas.

1 semana después: "China"

Un joven de cabello alborotado se encontraba en un pequeño pueblo ayudando en un restaurante para a cambio de ello recibir un plato de comida.

"El niño sin amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora