B. Parte 7. Reincidencia

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Escuché explicaciones y disculpas bastante atrasadas, que sentía no necesitar al tenerlo de nuevo enfrente.

Había vuelto, y todo era como antes. No, mejor.

El lapso de dos años sin vernos parecía no existir, al menos lo fingimos bien, era como si no hubiera pasado.

Hablábamos todo el tiempo, y al pasar las semanas nos las arreglamos para estar juntos la mayor parte del día.

En el pasado, me había parecido tan improbable, tan imposible que volviera; sin embargo, ahí estaba él, viéndome a diario con esos ojos que tanto adoraba, sonriéndome como si nunca me hubiese hecho llorar, besándome como si jamás se hubiera ido...

Crónicas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora