B. Parte 10. Mentiras

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Él se dividió en dos. Seguía teniendo tiempo para mí, pero no igual que antes.

Quise protegerme y hacerme la fuerte. Así que cuando me contó en que ocupaba el resto de su tiempo libre, le inventé un montón de idioteces sobre R; que le quería, que aún lo veía... Supongo que no quise que él me viera como víctima, no iba a ser –ante sus ojos- la estúpida que esperaba paciente el pedacito que me tocaba de él. Aunque lo fuera.

Crónicas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora