Lo vi un par de veces durante ese año. No puedo pasarlo por alto tan fácilmente.
Hablábamos como dos viejos amigos, y yo actuaba como si jamás me hubiera hecho pedazos.
No tardo en ausentarse. Sólo estaba de paso. Era como si sólo quisiera hacer acto de presencia, y asegurarse de que no lo olvidara.
Nunca entendí por qué volvía si no estaba dispuesto a quedarse...