C. Parte 6. Cartas.

26 1 0
                                    

Puse en marcha el plan más idiota y cursi que he hecho jamás. Le envíe cartas, y preparé una sorpresa para su cumpleaños.
Bueno, con todo esto creo que quedaba claro que seguía queriéndolo, quizás más que antes.
Cuando por fin llegó el día me moría de vergüenza. Hacía tanto que no lo veía, y tenía miedo de su reacción. Pero, como dije antes, él siempre fue bueno para actuar su papel.
Se mostró tímido y sorprendido, me agradeció y me pidió que volviera para hablar a solas, y así lo hice, aún bajo el efecto de aquel impulso de idiotez.

Crónicas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora