Compilación de historias cortas

Muerto en vida

Eran horas y horas que estuve encerrado en el taller, una tras otra las hojas que usaba en el fondo del tarro quedaban, una tras otra quedaban marcadas en mi corazón, ¿Sabes lo que se siente perder la inspiración?, que lo que creas no fluye, que no logra conexión, todo lo que haces sale mal, tus cuadros, tus escritos, tu pasión, todo. El sentimiento de desesperación, de sentirte encerrado, de sentirte muerto, ¿Sabes lo que es sentirte sumergido en vida, bajo el fondo del mar? De no ver la luz, de no tener salvación.

He creado obras de arte majestuosas, he creado una vida llena de victorias, he cerrado ciclos perfectos, redondos. He salido de laberintos en un segundo, este sentimiento de fracaso no se quita, el dolor que siento en mi alma no se desvanece,Sentir la vida sin sabores, verla sin colores, que el tiempo se detenga y el ruido desaparezca, sentir los breves momentos tenues como infinitos ásperos, sentir lo lindo de la vida marchitarse poco a poco,Sentir que tu energía se escapa, que tu mente se estanca, sentir que tu vida no tiene sentido, sentir que el tiempo se te agota. Ese sentimiento infértil yo lo llamo estar muerto en vida.

Silencio, oh vil silencio, ¿acaso existe algo que exprese mas que esto? ¿Acaso existe algo mas mortífero que un silencio?, la plenitud de la noche lo tiene, Así como lo tiene lo infinito de la muerte y lo fugaz de la vida, el silencio del cazador y la rápida defunción del cazado.

El silencio, que bella palabra, aquel que reinó entre nosotros dos, aquel que reinó en una vida que simplemente se esfumó. 

La frialdad, un elemento característico de la nueva sociedad, característico de la muerte, característico de mi mismo, Oh frialdad, que hermosa eres, esa sensación que dejas en mi estabilidad, carcomes lentamente el calor de mi corazón, penetras en cada poro de mi piel, te instalas en cada sentimiento y manifestación de mi ser, Oh frialdad, solo elimina mi igualdad, no quiero seguir tratando bien a quien solo me ha hecho marchitar, marchitar mi camino, mis alas y mis sueños, congela todo lo que se interponga en mi camino, congela si quieres mi propio cuerpo. 

Oh muerte, has llegado antes a este hombre moribundo, has contribuido al final de este funeral, un funeral que ha durado años y ha tomado a varios, un funeral que dará paso a otro, el funeral de un muerto en vida, a uno que definitivamente desaparecerá de esta tierra, y bien, no me quejo, yo estaba esperando este momento, el momento en que mi cara pálida, mi ceño fruncido y mis ojos secos hicieran juego con mi estado, hicieran juego con mi infinito sueño, con la eterna espera de verte llegar a mi.