Es una noche muy oscura, los focos iluminan aún más la hermosa luz de la luna. Una pequeña y húmeda brisa acaricia mi rostro, ¿eres tu mi vida? ¿aún sigues aquí conmigo? Qué estoy diciendo... ella ya no está.
¿Qué es este sentimiento de angustia? ¿por qué de pronto comienzo a correr?, mi respiración se agita, mi visión se nubla ¿qué esto? ¿Qué es esta inquietud que me azota de improviso? ¿Cómo llegué a este camino sin salida? ¿a este callejón sin final?.
Escucho un auto a lo lejos, te veo sentada en él, te alejas... poco a poco te pierdes en el horizonte, debo volver a mi hogar.
La cocina humeante, los chicos en sus piezas y yo dirigiéndome a mi habitación, me siento tranquilo y pacientemente espero a tu llegar. Despierto y no estás a mi lado, despierto y no logro ver tu figura ¿a dónde has ido cariño? Debías estar aquí.
¿El teléfono? ¿quién molesta a estas horas? Acaso, ¿no saben que es de mala educación interrumpir a los demás? Constesto -Diga, ¿qué?, no es posible, no, no, no!-.
Maldito callejón, llevo horas corriendo y aún no acaba, mi pecho arde, mi cerebro no responde. Acaso, ¿he de seguir en la tristeza, en la miseria? ¿Qué es esa canción tan fúnebre que escucho en lo mas profundo de mi corazón? Amor, vuelve a mí, no te alejes de mi mirada, vuelve a tomar mi mano y a besar mi cara, vuelve a ser parte de mi y yo de ti, no me dejes.
El cansancio se apoderó de mis días, el odio y el remordimiento de mi alma. ¿Y? ¿ahora qué? Mi mundo se desmorona de a poco, caigo en el vacío de mis pensamientos, en lo hueco de mis palabras. Todo se ve en blanco y negro, no sé a donde ir.
Caí en medio de la noche, aquella tenue brisa vuelve a envolverme, va y viene sin detenerse. Mis ojos se cierran, mis manos se dejan caer, mi piernas acompañan el desgatado sonido de mi voz. Lentamente me hago uno con las sombras. Cariño, ¡mi vida! Espera por mi, estoy a punto de alcanzarte, seremos uno por fin; el mundo que imaginé para ti estará a nuestro alcance.
Ahora recuerdo todo, huía de mi casa, estaba huyendo de la miserable noticia de que te había perdido. Recuerdo que comencé a correr como un loco, cada parpadeo me alejaba de la realidad y me hacía entrar en un profundo trance, aquel callejón que se sentía infinito, aquel callejón sin salida llega a su fin, el fin de una vida sin sentido sin ti a mi lado. El fin de mi vida llegó junto con el fin del callejón.
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Compilación de historias cortas
PoetryNo sé si llamarlas poemas, historias o micro cuentos. Es un compilado de unos 20 textos que he creado y que me gustaría compartir