Déjame.

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Quizás no pude satisfacerte, quizás no pude valorarte. El tiempo pasó y nada quedó para mi ¿Quién soy? Mejor dicho... ¿qué soy?.

Una vez más estoy colgando... una vez más soy una marioneta jalada por tus manos... aquellas manos tan suaves que alguna vez toqué y observada por esos ojos que alguna vez tanto miré. Que pena que esos días han acabado, que pena que la vida se haya agotado tan rápido para el amor.

Es raro despertar de un sueño amargo, es difícil quitar la vista de algo  tan brillante, de un algo que en el fondo de tu alma se encontraba.

Una vez más te pido, que me cortes, que me tires, que me botes... quiero mis esperanzas en el fondo del abismo, quiero mis andanzas dejadas al olvido, quiero que el amor que siento, que sentí por ti, deje de quemar en este cuerpo.

Quiero renacer una y otra vez para que de la misma manera, tonta pero hermosa, pueda perderme en tus ojos, marearme en tu aroma , apoyarme en tu pecho una y mil veces en un ciclo de nunca acabar, en un ciclo que parece enfermo pero, que para un hombre renegado es el único escape de poder disfrutar la vida, una vida miserable y que solo tu le das un aspecto amigable y tolerable.

Si tuviese la oportunidad de cometer un error de nuevo, ese error sería conocerte y volver a amarte, Si alguien cree que es idiota, está en su lugar pero, a estas alturas de la vida, solo me queda disfrutar de aquel dulce recuerdo que dejaste en mi.

Compilación de historias cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora