No sé cuanto tiempo he estado mirando el oscuro techo de mi pieza, acaso, ¿pasaré toda mi vida tirado en esta cama? El silencio de la casa me vuelve loco, solo oigo mi acelerada y discontinua respiración, las horas se marcan una a una en el reloj de mi pared, tic-tac-tic-tac, cada uno de los movimientos del minutero indica que se me va la vida, se van mis sueños y mis anhelos.
Es verano, el calor poco a poco comienza a hacerme efecto, mareos, sudor y sed se vuelven uno con mi cuerpo. El sufrimiento por eventos pasados, se abre lentamente en mi corazón, paralizándolo, inquietándolo. Lágrimas poco a poco caen de mis ojos, o quizás solo fue la lluvia de aquella noche, siento que puedo viajar en el tiempo, aunque este siga avanzando, tic-tac-tic-tac, el reloj no se detiene, es implacable, pero aún así puedo volver a tiempos mejores.
Los recuerdos de mis días contigo me tranquilizan un momento, me estabilizan, pero luego vuelvo a mi triste presente y vuelvo a sufrir.La cama está empapada de mi cuerpo, está llena de balbuceos y de sollozos de las sábanas, mis ojos se pierden en los agujeros del techo, mi respiración se calma y se regulariza, escucho pasos en el corredor, es un niño y viene jugando. El niño entra a mi pieza y queda perplejo, ve a un joven completamente demacrado, destruido y pregunta, ¿que le ha pasado? Es muy joven, debería estar jugando. El inocente niño hizo brotar una pequeña risa en mi, me hizo recordar lo bello de la vida, me hizo recordar a mi viejo yo, a aquel que solo buscaba diversión, amor y comprensión en los demás, ¿cómo llegué a esto? Me convertí en el ser que prometí nunca llegar a ser, en un ser amargado, triste y desolado, un hombre que a pesar de ser joven se ve como un viejo a punto de ser enterrado.
El reloj se detuvo, supongo que se malogró, pero es raro, estaba casi nuevo. Seguí pensando mientras miraba el techo, me había dignado a levantarme, cada segundo se hacía eterno, mis músculos no me respondían, ni hablemos de mis huesos y mucho menos de mi cabeza, mi cuerpo ya no me pertenecía, no tenía control sobre mí. Todo lo que tenía se lo llevaron las sombras, el tiempo y el mismo espacio, a lo lejos oigo otro tac, no es que el reloj se haya detenido, sino que siento el tiempo distorsionado, las horas son segundos y los días horas, creo que estoy loco.Ya sin esperanzas, exhalé mi ultimo aliento, pude verme en esa cama desde lejos, era triste, penoso. Pero, aun así extrañaré esa pieza, extrañaré la cama y su reloj, extrañaré los días eternos que nunca acababan, porque si bien era una tortura, yo elegí sufrirla.
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Compilación de historias cortas
PoetryNo sé si llamarlas poemas, historias o micro cuentos. Es un compilado de unos 20 textos que he creado y que me gustaría compartir