Compilación de historias cortas

Acto final.

Fueron semanas de ensayos y errores. Todos en el público estaban expectantes a que tipo de obra íbamos a presentar y que tipo de emociones íbamos a despertar en cada uno de ellos. El tiempo pasaba poco a poco y la obra se escapó de nuestras manos.

El set lo conformaban unas pocas personas, eramos 2 actores principales y varios extras que hacían el papel de apoyo para cada uno de los protagonistas. Los focos semejaban al sol, mientras que aquellos escenarios hechos de madera trataban de recrear la viva tierra y el verde pasto. 

Los sentimientos se apoderaron de mi, ya no era un personaje el que estaba hablando, era mi corazón que gritaba por tu amor y que buscaba tu aprobación, aquellos labios que solo eran parte del espectáculo se tornaron reales, vivos y no podía sacarlos de mi cabeza. Ese vestido hecho a medida ya no era de utilería, ese vestido hecho a medida era el vestido en el cual te imaginaba en el altar y que combinaba con aquel negro terno que compraba.

los ensayos pasaban y mi amor por ti aumentaba, las lineas que debía recitar a la perfección expresaban aquellos sentimientos que afloraban en los más profundo de mi ser.  Con solo ver tus expresiones podía comprenderte y podía conocerte, esta obra lo significaba todo para mi y al parecer para ti, solo era un trabajo más.

La locura se apoderó de mi, te tomé de la mano y comencé a correr hacia la salida. Los guardias me miraban como si estuviera demente, el director me gritaba a lo lejos y la verdad, no me interesaba. Podía ver en tus ojos como el miedo aumentaba, no entendías que pasaba y querías regresar. Mis piernas se movían por si solas y ya no había vuelta atrás. 

Recuerdo aquel día que faltaste al teatro, estaba demacrado. Era la escena en donde practicábamos el beso, aquel beso final que daba fin a la obra y que nos catapultaría como nuevos actores de elite. No supe como interpretar lo sucedido, ¿esto significaba que no querías que acabara? ¿ significaba que no querías practicar conmigo, que no significaba nada y  que todo lo que pasaba me lo estaba imaginando? De solo pensar en ello me dolía la cabeza y me desconcentraba, perdía la noción del tiempo y no podía mantenerme en pie.

Llegamos a un callejón sin salida, no tenía donde más ir. Tu mirada se clavaba en lo más profundo de alma y generaba una especie de eco que relajaba cada músculo, órgano y pensamiento que tenía en ese momento. Tu boca trataba de hablar pero, claramente, podía ver como temblabas por lo sucedido. Hablé -Oh, amor mío, espero que con lo acontecido puedas amarme, aprendí a quererte, a respetarte y imaginar una vida contigo. Vencí a todos estos sujetos solo para ver tu sonrisa, pasé todas estas penurias para poder abrazarte por el día. Por favor, amor mío, si tu respuesta es la misma, si los sentimientos que tienes son equivalentes a los míos. Bésame-. 

Iba de camino a la obra, era el gran día, el día en donde se estrenaba. No podía esperar a volver a verte, no podía esperar a verte en el vestido de los ensayos. Podía ver a lo lejos a la multitud que se estrellaba en la entrada en busca de entrar, nunca me había sentido tan presionado por una multitud, nunca en mis años de trabajo como actor. Quizás era porque en esta obra iba a abrir mi corazón, iba a abrir las puertas de mi vida hacia una persona que ni siquiera sabía si sentía lo mismo que yo. 

Tus labios chocaron a los míos, mis ojos con lagrimas y mi euforizado cerebro no podía soportarlo, me miraste y me dijiste que debíamos regresar.

El público completamente expectante, atónito, esperaba por el regreso de los 2 protagonistas. Las puertas del teatro se abrieron y comencé a recitar aquella linea que me permitió saborear tus labios. Por segunda vez, sentía tu piel chocar contra la mía, sentía el roce de tus mejillas y lo suave de tus manos por mi nuca. Sentía por segunda vez que te apoderabas de mi ser, Sentía finalmente como la obra que nos tomó meses terminar se convertía en el acto final de mi delirio.