10. Cita arruinada.

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LuHannie.

Había esperado a la hora indicada, sentado en el escritorio de la habitación y fingiendo estudiar mientras mis compañeros discutían o simplemente estaban en el celular.

—KyungSoo, ¿este libro es tuyo? No sé qué hace en mi velador —comentó Tao, quien segundos después había tirado aquel libro directo a la cama del mencionado—.

Do alzó la mirada y sonrió. En mi opinión, sonrió macabramente. No es que le tenga miedo, sólo un poco de respeto ya que es capaz de matar con esos enormes ojos.

—Yo no llevo Historia de Corea —dicho esto lo lanzó a la cama inferior—, el cerdito de abajo estaba leyendo esto ayer en tu cama porque lo boté, hacía mucha bulla mientras leía.

BaekHyun no dijo nada y le entiendo, seguro que yo tampoco diría algo en contra de aquel perturbador amante de lo oscuro, tal vez si no fuera porque nosotros compartimos habitación, seguro que llenaría toda la estancia de sus cosas macabras, de hecho el día anterior lo vi con un muñeco budú de mujer, no tengo idea de quién sería.

No puedo decir lo que siento cada vez que veo a KyungSoo susurrando cosas para sí mismo o hasta leyendo en otro idioma uno que otro libro, pero tampoco es que me quiera entrometer en ello. No. Es lo que menos desearía.

Era cuestión de minutos para se escuchara golpes en la puerta, sabía de quién se trataba así que me apresuré allá para abrir, encontrándome con el amable muchacho de la mañana, que por cierto, envidio aquella mandíbula perfectamente hecha, tanto que parece de esas perfectas rebanadas de mantequillas cuando lo raspas con un cuchillo; en cambio yo tengo papada.

—Oh, qué sorpresa, vives con tres más, ¿se divierten mucho? —cuestionó un sonriente SeHun mientras inspeccionaba la habitación ante atentas miradas de mis compañeros.

Creí haberle mencionado hasta los nombres de mis compañeros y no, no nos divertimos, ¿sabes? Uno de mis compañeros parece poseído, otro come en las noches y el que sigue parece la madre de todos nosotros, incluso no tiene miedo a KyungSoo.

—Bueno...

—¡Eres amigo de Kim JongIn! ¡Fuera, estamos felices los cuatro! —gritó KyungSoo al interrumpirme como de costumbre.

¿Quién es JongIn y por qué no tengo una cita con él? Ah, no es cierto, no soy tan fácil como la rata de TaeHyung.

—Histeria... Otro síntoma más —murmuró lo suficientemente alto como para que yo oyera a SeHun, mas no tomé importancia porque aquel chico era un poco transtornado—. Bien, empezamos por el gimnasio, no queda muy lejos.

Salimos del edificio hacia el dichoso gimnasio, el cual solo quedaba a unas cuadras de ahí, aunque tenía hambre de una dona, sólo seguimos directo hacia allá porque "Al final dejaremos el comedor". Oh SeHun, a mi parecer, era un sujeto agradable pero un poco extraño debido al cambio de conversación o palabras al azar que implementaba en la conversación, aparte de eso también podía notar cómo le gustaba todo acerca de bebés ya que hablaba mucho de la maternidad. 

  — ¿Quisieras ser padre algún momento de tu vida? —pregunté, tomando nota en mi mapa de la escuela en cuanto llegamos a los baños del segundo piso.

— ¿Tú quieres serlo? —volvió para preguntarme, recargándose en el muro de concreto.

Me encogí de hombros.

— En algún momento de mi vida, pero ahora sólo quiero aprender a comer kimchi sin tener un problema de estreñimiento —respondí, dándome la media vuelta para seguir con el recorrido—. ¿Quiénes son tus compañeros de habitación?

"Felices los cuatro" (EXO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora