17. Los celos de SeHun.

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Dedicado a @TwxntyOne

Fue como ese momento inolvidable de impotencia, de esas que no sabes si quieres seguir viviéndolo o parar con todo para seguir hacia un horizonte celestial de pura maravilla, dejando de enfocarte en un solo trasero para enfocarte en aquel panorama lleno de ellos.

En un futuro tal vez me dedique a ser algo así como un caballero de compañía que nunca en su vida se enamorará ni tendrá una pareja estable porque siento lo que pasó en la cafetería como una derrota. Creo no ser el único que se percató de esas miradas coquetas (que yo conozco porque soy de naturaleza coqueta como MinSeok) dadas hacia mi futura presa.

- Deja de pensar tanto -me codeó ChanYeol mientras llenábamos la lavadora con ropa-, no es como si LuHan fuera el último hombre en el mundo.

Le miré incrédulo.

- Kasper estaba coqueteando con BaekHyun hace unos minutos y le hiciste una escena de celos que hasta KyungSoo te dio un golpe porque lucías malditamente loco.

- Es diferente porque él sí es mi novio -sentenció el gigante, cerrando la tapa de la lavadora antes de encenderla.

Justo en el Majimakcheoreom ma-ma-majimakcheoreom.

No dije más, en parte tenía razón porque si fuera algo mío sí tendría justificación para reclamarle, pero ni el más quemadito de mis amigos se pone celoso con su ojón, ¿qué va mal en mi plan de conquista? Hoy ni le di un vistazo a los pantalones de cuero pegado que llevaba, mi orgullo era tan grande que ni ganas tenía para darle un cumplido tipo "Cuando veo tu hardware, se excita mi software".

Ahora entiendo a BaekHyun en el momento que llegó MinSeok al comedor, ya no sentía ese poder de abrir piernas... pues otro ya me lo había arrebatado. Aunque BaekHyun ya lo tenía arreglado porque para el orejón de mi amigo no había otro en su pensamiento que no sea mi hermano de sufrimiento.

Fui derecho hacia aquel joven que se encontraba metiendo ropa sucia en la lavadora, me fue imposible no fijarme en aquella espalda tan lisa que terminaba en la gloriosa parte de aquel cuerpo que sólo Dios pudo haber bendecido, tremendo monumento a la belleza que había creado el papaito que nos ve desde el cielo y que mi morenito amigo llama Gulu porque es el Dios de los africanos, aquella línea que nos separaba era tan derecha como los ojos de CL, así que no me fue difícil llegar a él, teniendo que empujar a los que obstruían mi camino, como por ejemplo MinSeok.

- LuHan... -empecé, tomando un poco de aire en cuanto fijó su mirada en mí.

- ¡Lú! -gritó aquel que odiaba desde ya.

Desde esa posición podía hacerme la ilusión de un LuHan sumiso, sí. Pero no, Hunnie, no era momento de pensar en eso. Sólo maldije internamente al perder esa conexión con él, ya que ahora observaba al cachetón.

- Yo llegué primero -observé al ajeno, el cual ya había llegado hasta nosotros y tenía una sonrisa de oreja a oreja como si le hubieran dado una cachetada con síndrome de felicidad, sin embargo sólo asintió e hizo un gesto de que prosiga, todo ante la atenta mirada de LuHan-. Quería invitarte a tomar algo, previos a la semana de exámenes.

Tengo que decir que es una tortura ser indirectamente rechazado o algo así, pero la rabia me consume tanto que hasta puedo ver un letrero sobre LuHan donde tiene escrito con plumón de tinta invisible (de esos que cuando le pasas la linterna con luz azul) que está en planes de regresar con ese cara de cobayo. De hecho, me siento como alguien que quiere destruir una relación.

- Claro, ¿hoy? Tengo que hacer unas cosas para mis compañeros de habitación.

Y mi corazón volvió a latir pero también podía sentir la fija mirada de MinSeok.

"Felices los cuatro" (EXO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora