18. K-izú: ¿Qué pasa aquí?

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KYUNGSOO

Cuando yo era pequeño sufría de bullying y siempre regresaba a los brazos de mi madre con alguna que otra herida, eso a causa de mi estatura; entonces mi madre me dijo: Kyunggie, cuando crezcas serás tan grande que podrás darle un empujón a los de primer grado. ¿Y qué pasó? Sigo siendo el más pequeño de todos, pero doy empujones porque aprendí a defenderme junto a la biblia negra y ambos demonios que están sentados en mis hombros, porque sí, no hay ni un ángel sentado en mi hombro derecho como en las películas. 

Como sea, ahora tengo a mi guardaespaldas, ese es mi negro que califica con cada uno de los requisitos para ser un guardaespaldas de Do KyungSoo: 1. Que sea moreno. 2. Que se llame JongIn. 

Si me preguntan qué pasó con Krystal, puedo decirles con una sonrisa en mis labios que salió embarazada de un sujeto que iba a un curso inferior que el nuestro, pero felizmente ambos ya no están en el instituto. Son desventajas de un instituto internado mixto, no todo es color de rosa; por mientras yo sigo esperando "la maldición", es decir, salir con una panza grande por culpa de JongIn. 

Había soñado con JongIn aquella noche, todo estaba muy oscuro y por ello no podía encontrarlo, pero a lo lejos escuché un aullido que se hacía cada vez más cercano a la medida que pasaban los segundos. Lo siguiente que recuerdo es tener un lobo a mi lado, con los ojos de JongIn... era un híbrido, y sólo me detuve a apreciarlo con mayor detenimiento hasta que escucho en mi mente cual Jacob Black: "ponte en cuatro, ojoncito". ¡Era la voz de mi chocolatito! No dudé en acatar a sus órdenes y lo hicimos en la pose del perrito, luego desperté y tenía a BaekHyun viendo crepúsculo junto a mi lado, recordé que no podía subir al camarote porque JongIn me había roto hasta el coxis. Entonces recordé que BaekHyun se había ido por dos horas a quién sabe dónde junto al orejón, pero al parecer regresó.

No es ausente ni perdida, es BaekHyunnie la desaparecida.

— ¿Ya estás listo, cariño? —escuché a JongIn saliendo del baño, ya bañado y con una toalla cubriendo aquella gloriosa entrepierna. 

Me limité a asentir, observándolo de pies a cabeza como si fuese una obra de arte.

— Sólo ponte algo y vámonos de una vez a cenar con los idiotas —dije, colocando los ojos en blanco para después tomar asiento sobre la cama.

— Gruñón como siempre, pero así te quiero, ¿quién lo pensaría? —bufó el adverso, quitándose la toalla y dejándome con maravillosa vista—. Kim JongIn detrás de Do KyungSoo.

El moreno tenía un trasero para nada envidiable, es cierto que los asiáticos poseen un considerable trasero incluso más considerable que los de otros continentes y JongIn era un buen ejemplo para ello, también SeHun pero no estamos hablando de él. Yo estoy agradecido con la vida por darme a tal negrito, quien tiene esa cualidad tan prominente y que da un toque de volumen a mi libido de sólo sentirlos entre mis manos y apretarlos al ritmo de cada embestida. No es asiático quemadito, es mi negro culito oscuro.

Tal vez lo hacía a propósito, pero se tomaba el tiempo para elegir ropa, a esas alturas ya estaba haciéndome una idea de las caras que nos podrán todos al llegar tarde nuevamente. No había alguien más paciente que ese desnudo sujeto delante de mí, colocándose el pantalón como si tuviera piel de mariposa, de esas que son sensibles con un solo roce.

— Si no te apuras, te arrancaré el pene de un mordisco —advertí, apuntándolo con el índice mientras él reía—. No es una amenaza, JongIn.

— Entendido, mi amor.

Cincuenta años después, ya estábamos saliendo juntos hacia la salida del edificio, y fue ahí cuando lo vimos, claramente y sin filtro alguno que nos impidiera alucinar. Ahí estaba SeHun junto a LuHan, el primero se encontraba acorralando contra la pared al segundo, mientras los labios del primero besaban los labios del segundo, o eso creíamos porque el primero era quien siempre tomaba la iniciativa ya que lo siguiente fue que el primero había dado una nalgada al segundo, que hasta el sonido fue tan fuerte como mis ganas de taparle los ojos a mi negrito. Primero y segundo estaban teniendo sexo labial.

"Felices los cuatro" (EXO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora