CAPÍTULO 14

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—Te lo he repetido hasta el cansancio Math, no pienso volver contigo— le digo muriéndome de la vergüenza, y es que no habían muchas personas en esa parte de la playa.

—Awwww— escucho a mi prima decir a mi lado— ¿No crees que es tierno?

—Sí, es muy tierno que mi ex novio borracho me escriba en la arena si quiero ser volver a intentarlo con él— le pego a mi prima en el hombro y esta se queja.

—Vamos Mel, es algo tierno.

La miro mal y ella se ríe.

Me acerco a donde Math se encuentra arrodillado, tratando de estar en equilibrio.

—Deja de humillarte de esta manera— le tiendo la mano para ayudarlo a levantarse— No pienso volver contigo, acéptalo Mathew.

—Por favor Mel, te extraño mucho— hace un puchero y trata de agarrarme para atraerme a su cuerpo, pero en ese momento soy más fuerte que él y logro poner distancia entre amos.

Miro para todos lados y agradezco que nadie grabe este momento bochornoso.

—Ya basta— le digo tragándome mis lágrimas del coraje—, No hay manera para que te perdone por lo que me hiciste, no trates más de hacerme cambiar de opinión, fue un error el que estuvieras acá pero no lo puedo remediar, al llegar a casa te irás de mi vida y no volverás a aparecer ni en pintura ¿entiendes?

—Mel...

—No, Mel nada— le digo totalmente enojada.

—Por favor...

—Vamos Kari.

Caminamos de vuelta a nuestro lugar en la playa, pero al llegar maldecimos al ver a otras chicas ocupando nuestro lugar.

—Hijas de...— detengo a Karina rehusándome a que esta arme tremendo pleito a media playa.

—Déjalas, vamos de compras o a almorzar fuera— asiente no muy contenta y vamos a la casa a vestirnos.

—Sigo sintiéndome mal por haber traído a ese tonto a nuestras vacaciones— me dice cuando entramos a la casa.

—Y yo me sigo sintiendo culpable por haberme acostado con él hace un par de días.

—Hola chicas— nos saluda Jules saliendo de la cocina con el cabello desordenado y los ojos achinados.

—Hola bebé— lo saluda Kari.

—Hola— le digo recibiendo su beso en mi mejilla.

— ¿A dónde van?

—Iremos a almorzar, ¿vienes?— le sonríe mi prima.

—No quiero arruinar su día de chicas.

—Tranquilo, haremos como que eres una chica más en nuestro grupo— bromeo.

—O como que eres nuestro mejor amigo gay— se encoje de hombros Karina.

—Sí, siempre he querido un mejor amigo gay— sigo la broma de Kari.

—Ja, ja— dice Jules seriamente.

—Vamos, será divertido— lo alienta mi prima.

— ¿Pero iremos al spa?— alza una ceja.

—Sí, y nos podemos hacer la manicura.

—Son todo un caso nenas. — Kari y yo nos reímos y nos vamos a vestir.

***

—... y unos camarones empanizados con salsa muy muy picante— por fin cierro la carpeta y miro a mis acompañantes rodar los ojos— ¿Qué?— les pregunto cuando el mesero se va.

—No sé dónde te cabrá todo lo que has pedido— dice mi prima para luego darle un sorbo a su vaso de agua.

—Tengo hambre, mi cuerpo pide a gritos un buen almuerzo. — me encojo de hombros.

—No cenarás esta noche— me sentencia Jules.

—Ni mi madre me regaña como ustedes dos— me cruzo de brazos y hago un puchero cual niña pequeña.

—Cierra el pico que tu mamá ni te regaña. — me vuelve a regañar mi prima.

Entorno los ojos y saco mi teléfono para ver si mi madre me volvió a enviar un mensaje.

Pero nada, ahora que ya sabía cómo enviar mensajes a más personas, ni se acordaba de su hija, quien le había enseñado todo lo que sabía.

Mal mamá, mal— pienso.

Pero de pronto me cae otro mensaje, y esperaba que fuera algún cyberchico bien formado que había visto mis fotos y se había enamorado de mí.

Pero no, eso no sucedería ni en mis más locos sueños.

Liza Morgan: Con que acostándote con tu ex...

Mi corazón se para al instante que leo ese mensaje. No había bloqueado a Liza ya que creía que era una completa estupidez, pero me arrepentía de no haberlo hecho antes.

Melanie Williams: Disculpa?

Liza Morgan: No te hagas la tonta zorra, sé que Math fue contigo a la playa estas vacaciones, él mismo me contó que se volvieron a acostar. Me sorprende lo estúpida que eres.

Melanie Williams: No es asunto tuyo lo que haga o deje de hacer.

Le respondo.

Liza Morgan: espera a que te vea...

Quise responderle pero me bloqueó. No quería darle más importancia de la que merecía, pero me resultaba imposible hacer caso omiso a algo que aún dolía.

—Kari...— le dije con un hilo de voz y le pase mi teléfono para que se fijara ella misma.

Leyó los mensajes y Jules se acercó a ver también, ambos fruncieron el ceño.

—Es una maldita perra mal nacida. — escupió con odio, tragué mis lágrimas y asentí totalmente de acuerdo con ella.

—Tranquila Mel, ella no podrá ponerte un dedo encima. — me asegura Jules con confianza.

—Si Mel, esa perra no pondrá sus asquerosas manos sobre ti, o se las tendrá que ver conmigo. — dijo mi prima.

Asentí tratando de convencerme a mí misma de que ella no podría hacerme daño.

***

—Maldito. — Jules le pegó nuevamente a Math y traté de acercarme para que parara, pero Karina me detuvo diciendo que se lo merecía.

—Jules... basta— dije entre lágrimas, odiaba la violencia, más cuando se trataba de alguien que me importaba.

Agradecí al cielo cuando Jules lo dejó, pero no corrí a ayudarlo ya que una parte de mi sabía que se lo merecía.

—No vuelvas a abrir tu boca, menos para hablar de Mel. — le dijo con odio Jules.

—Mel, lo lamento. — me aparté bruscamente del él.

—Será mejor que te vayas— le dije sin mirarlo.

—Sí, será lo mejor. — asintió y se fue a su habitación.

—¿Estas bien?— mi prima trató de abrazarme pero me negué.

—Gracias por su preocupación chicos, pero quiero descansar. — ambos asintieron y pude irme lentamente a mi habitación.

Me acosté en mi cama y quedé completamente dormida.

La Vida que Soñé I || COMPLETA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora