La Vida que Soñé I || COMPLETA ||

CAPÍTULO 16

Todo el domingo me la pasé tirada en el sofá de la casa, totalmente aburrida y sin nada que hacer.

Así que me propuse ir el lunes a comprar libros nuevos, hace mucho que había dejado el buen hábito de la lectura. Era momento de volver a aquellos tiempos, antes de entrar a la universidad, donde era una chica sin muchos amigos, a la que le encantaba refugiarse entre las páginas y letras de aquellas historias que llegaban a tocarme el corazón.

Cuando conocí a Math todo había cambiado, la tímida Mellanie había desaparecido por completo, y en su lugar se había puesto la Mellanie fiestera y suelta, hasta que me rompieron por completo, rompimiento del que aún me encontraba recuperando, y gracias a ese rompimiento me estaba dando la oportunidad de volver a mi antigua yo y conocerme mejor, porque después de todo me tenía a mí y eso era todo lo que podría desear, porque mi felicidad era algo que nadie más me podría dar. O eso era lo que prefería pensar.

El lunes me desperté más temprano de lo usual, así que me tomé con calma todo el proceso para ir a la universidad, conversé con mi madre y con mi abuelo y fui a despertar a Karina, ya que ella tenía que ir a trabajar.

—No quiero— dijo mi prima adormilada.

—No quieres pero tienes que ir— le dije volviendo a sacudirla para que se despertara.

—Estúpida vida adulta. — se quejó entrando al baño.

—Te quiero abajo en diez minutos— le ordené con falso tono mandón.

***

Entro al edificio de Artes y voy directo al aula de Improvisación, Karina me había retrasado demasiado.

Antes de siquiera poder poner un pie dentro del aula, siento como alguien tira de mí brazo haciendo que pegue un jalón hacia atrás.

—¿Que tal estuvieron tus vacaciones, vieja amiga?— escucho una voz burlona.

—¿Qué es lo que quieres Liza?— pregunto molesta.

—¿No te cansas de meterte con lo que es mío, mosquita muerta?— se cruza de brazos y me mira con amargura.

—No entiendo, nunca te he hecho nada... tú me lastimaste... ¿Por qué sigues volviendo para joderme la existencia? ¿Qué te he hecho?...— mi voz se quiebra lentamente, quería llorar de la rabia que estaba sintiendo.

—Ja... siempre has tenido todo lo que quieres, y todavía preguntas que es lo que me has hecho— aunque sus ojos están fijos en mí, pareciera que no me estuviese mirando.

—Liza, voy tarde a clases, si deseas hablar podemos hablar después...— iba a darme la vuelta pero ella me abofeteó.

La miré sobándome la mejilla.

—No hagas la que no sabes, lo has tenido todo— se acercó a mí con los ojos nublados de odio y rencor— Una familia que te ama, una linda vida sin preocupaciones, amigos que sonríen sinceramente a tú alrededor... amor...— cada paso que ella daba hacia delante yo lo daba hacia atrás.

—Tú más que nadie sabe que mi vida no es perfecta— le digo negando, sintiendo como las lágrimas se formaban en mis ojos, volviéndolo todo borroso— Mi padre murió y eso no es fácil, mis únicos amigos, o eso parecían, eras tú y Math... y nunca me quisieron realmente...

—Nunca te diste cuenta, ¿verdad?— negué— Puede que tú padre haya muerto, pero sobre todas las cosas tienes una madre que te ama y te apoya, la gente que te rodea simplemente sonríe porque tú lo haces sinceramente, y Math si te amaba... pero yo me encargué de que cambiara de opinión.... al parecer por muy poco tiempo ya que fue corriendo a meterse entre tus bragas a la primera oportunidad que tuvo.