—Mel, ¿llevas todo?— pregunta por décima vez mi prima.
—Si Karina— ruedo los ojos— No me trates como si fuera una niña pequeña, sé cuidar de mi misma.
—Perdón por preocuparme por las personas que amo. — dramatiza.
—Ay no, aquí vamos...— salgo de la casa con las maletas en mano directo al auto.
—A ver señorita, no me dé la espalda.
— ¿Qué crees que suceda si nos vamos y la dejamos varada acá?— le pregunto a Jules entrando al auto.
—Probablemente no pare hasta encontrarnos y mutilarnos. — bromea él.
— ¿Y si nos mudamos a otra galaxia?
—Probablemente ella nos encuentre antes de podamos morir por la falta de oxígeno.
— ¿Haciendo planes de escape para dejarme varada acá?— dijo mi prima entrando al auto.
— ¿Qué comes que adivinas?— le pregunté de vuelta.
—Contigo no he terminado señorita. — me señaló colocándose entre los asientos de adelante.
Dejé de escuchar su discurso y me coloqué los audífonos.
Math se había ido hace dos días, luego de la pelea que habíamos tenido, yo no quería verlo más, así que no le había quedado de otra más que irse, y se lo agradecí desde lo más profundo de mí ser.
***
—No sabes cuánto te extrañé mi pequeña— dice mi madre con la vista empañada, abrazándome.
—Solo me fui una semana mamá— dije tratando de respirar entre sus brazos.
—Tú nunca dejas que tenga mis momentos de dramatismo maternal. — me pega en el hombro. Rodando los ojos voy a saludar al abuelo.
—Tu madre siempre ha sido una loca— me dice el abuelo riendo.
—Los extrañé mucho— le dije al oído— Pero no se lo digas a mi madre, sabes cómo se eleva su ego.
—Secreto guardado— besa mi mejilla y nos ayuda a terminar de bajar nuestras cosas del auto.
— ¿Te quedas a cenar Jules?— pregunta mi madre amablemente.
—No, no quiero molestarlos...
—No es ninguna molestia, hay suficiente...
El teléfono de Jules comienza a sonar y el pide permiso para contestar.
Entrecierro los ojos al ver que mi madre no protesta a eso, si esa hubiera sido yo, ya estuviera despidiéndome de mi teléfono, pero ante los ojos de los invitados siempre sería un ángel, claro.
—Sí, ya voy, pero no pongas estúpidas excusas para decir que me extrañas, tonta— Jules se acerca a nosotros guardando su teléfono— Al parecer una enorme araña quiere tragarse viva a mi prima, así que debo irme, agradezco su ofrecimiento Michelle, otro día será.
—No te preocupes Jules, ve con tú prima. Nos vemos pronto.
¿Desde cuándo mi madre era tan amable?
Jules se despidió de todos y se fue. Me quedé como tonta mirando por donde se había ido, sé que no debería hacerlo, pero me fue imposible luchar contra mis impulsos.
— ¿No entrarás a cenar?— la voz de mi prima me hizo despegar la mirada de la calle vacía.
Desorientada asentí y entramos juntas a casa.
—Karina, hay algo que tengo que decirte— dice mi madre al instante que nos sentamos a la mesa.
— ¿Qué cosa tía?— pregunta preocupada, siento como mi pulso se acelera al pensar en lo peor, pues cualquier cosa que le pueda suceder a Kari, sabía que me afectaría a mí también.
—No te alarmes, no es nada tan grave— bebe de su taza de café y esperamos atentos a lo que tenga que decir, los minutos pasan y ella sigue su comida tranquilamente. No apartamos la vista de ella.
El abuelo carraspea haciendo que mi madre levante la vista de su plato de comida.
—¿Qué?— pregunta con una ceja alzada.
—Estabas diciendo que tienes algo que decirle a Karina— le recuerdo.
—Ah... si, lo siento, lo había olvidado— se acomoda en su silla— Tú madre estuvo llamando varias veces esta semana, preguntando por ti. Dice que no contestas a sus llamadas y la has bloqueado de todos lados, incluyendo Whatsapp. No es que sea entrometida, pero no la debiste haber bloqueado hasta en Whatsapp, es tú madre y con sus errores y todo está preocupada por ti. Además que para una madre es demasiado doloroso que su propio hijo la bloquee de Whatsapp, si Melanie me hiciera eso... ya hubiera tomado cloro, eso sería menos doloroso.
—Mamá, no seas dramática— digo riendo.
—No es dramatismo hija mía, es la verdad.
—Sé que tiene sus errores, pero... es tan difícil ser su hija...— su voz flaqueó— Es tan estricta... y no me deja vivir...
—Lo sé pequeña... pero...
—Michelle— interrumpió el abuelo— Creo que es un tema y una decisión de ellas, es mejor que Karina decida que hacer, creo que decidirá bien. ¿No es así Kari?
—Si... yo creo que si...— dice desconcertada, me gustaría saber que era lo que pensaba y así poder ayudarla.
***
Luego de la cena Karina subió a la habitación, yo me quedé con mi madre a ver una película con la excusa de que quería pasar tiempo con ella, pero la verdad era que quería que Karina tuviera tiempo a solas con ella misma.
—Estoy muy contenta de que seas mi madre— le digo a Michelle acurrucándome contra su cuerpo.
—Sea lo que sea, no tengo dinero.
—No seas boba, solo quiero decirte lo mucho que te amo, y no quiero dinero— le digo riendo.
—Estaba bromeando tonta, y yo también te amo— besa mi frente y se levanta del sillón y estirándose.
— ¿Ya te irás a dormir?
—Sip, mañana tengo un día largo cubriendo turnos en la clínica— besó mi frente nuevamente— No te duermas muy tarde, y disfruta tu último día de vacaciones.
Luego de tomar un poco de leche tibia, me dirijo a mi habitación.
Karina estaba sentada en la cama viendo fijamente su teléfono.
—Duérmete, es tarde— le digo en broma, ella se sobresalta y me mira con una sonrisa.
— ¿Qué sucede?
—Desbloqueé a mi mamá de Whatsapp— dice con nostalgia— Ni te imaginas la infinidad de mensajes que tengo, los primeros veinte son de amenazas, los otros treinta son de disculpas, dice que me extraña...
—Ve a verla, sé que también la extrañas, no lo niegues.
—No lo niego— se quedó unos segundos más mirando el teléfono, luego me miró con decisión en sus ojos— Iré a verla, iré esta semana, solo necesito algo de dinero.
—Puedo prestarte si quieres— me ofrecí.
—No, trabajaré unos días, has hecho mucho por mí— se acercó a mí y me abrazó con fuerza— Eres la mejor.
La abracé de vuelta y sonreí.
Sin duda alguna ella era como una hermana para mí. Y sin ella mis días serian aburridos.
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La Vida que Soñé I || COMPLETA ||
RomancePrimera parte de la saga "VIDA" Sinopsis: Melanie Williams siempre ha sido una chica extrovertida, amigable y llena de vida, a ella le encanta escalar, correr, conocer lugares nuevos, vivir una aventura día a día. Tras un accidente que tiene escal...