CAPÍTULO 19

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No tuve momento para poder tener reacción alguna a lo que había dicho, más bien declarado.

Avanzó rápidamente hacia mí, y sin decir cosa alguna puso sus suaves labios sobre los míos.

Hoy por fin descubría lo que se sentía probar aquellos labios carnosos y rosados, aclaraba que eran totalmente besables y hábiles, él era hábil.

Me tomó diez segundos corresponderle, si, los conté, porque me estaba cuestionando entre hacer lo correcto y lo que quería, porque sin duda lo que quería no era lo correcto.

Sus manos bajaron de mis mejillas para mi cintura, y las mías temblorosamente a enredarse en su sedoso cabello.

Sentía estar tocando el cielo, sus labios eran algo diferente y alucinante, un sueño sin duda alguna.

Me separé de él por dos razones: 1) Mi conciencia me repetía una y otra vez que esto no estaba bien. 2) Falta de aire.

Cerré los ojos y dejé mi frente descansar contra la de él. Odiaba el sentimiento de culpabilidad que se posó en todo mí ser, la relación entre él y mi prima se estaba desmoronando poco a poco, y sentía como si me estuviera aprovechando de eso. Lo que cualquier persona pensaría. Además que no podía creer que me estuviera convirtiendo en el mismo desastre que me había hecho daño a mí.

Tomó mi rostro entre sus manos con la clara intención de volver a besarme, pero lo frené poniendo las palmas de mis manos en su pecho para poner cierta distancia entre los dos.

—No— susurré, y de pronto sentí como mi voz se llenaba de culpabilidad. Abrí los ojos encontrándome con los de él, que me miraban con duda.

— ¿Qué sucede?— me pregunta separándose un poco, maldecí para mis adentros.

—Esto no está bien, y lo sabes— dije separándome aún más.

— ¿Crees que no lo sé?— dijo molesto— ¡Demonios! Vaya que lo sé, sé que no es correcto sentir lo que siento por ti cuando estoy con tú prima, pero ¿Adivina qué? Yo no lo pedí, no pedí estar enamorado de ti desde hace tanto tiempo, simplemente pasó y no me arrepiento, hice algo que deseé hacer desde hace tiempo y no me arrepiento, y es una mierda que las cosas no salieran como me lo imaginé, pero estabas rota y lo único que quería hacer era ayudarte a ver que habían más chicos que te morían por estar a tu lado, y traté de que te dieras cuenta de que el que encabezaba la lista era yo, pero las cosas no sucedieron como lo esperé.

— ¿Qué es lo que sientes por mí?— dije en un susurro inseguro.

—Demasiadas cosas, tantas cosas que se me es difícil enumerártelas, pero la palabra más correcta para resumírtelas es: amor.

No lo soporté más, si no me iba en ese momento me odiaría por el resto de mi vida, así que salí de la cocina y pasé la sala de estar para irme directo a la puerta.

No me fijé si me había seguido, y lo mejor era que no lo hiciera, así que corriendo fui a mi auto y me metí bruscamente. Le di un golpe a la bocina maldiciendo una y otra vez.

Era una cobarde, lo sabía, pero no sabía cómo reaccionar. ¿Estaba enamorada de él? Si ¿Por qué corría cuando él me confesaba que sentía lo mismo? No lo sé ¿Era una estúpida? Desde luego.

***

No pude dormir esa noche, una lluvia de mensajes me había caído al llegar a casa, así que apagué mi teléfono.

Era una total cobarde, y me daba cuenta de que estaba perdiendo una amistad por entrometer sentimientos, pero como había dicho Jules anoche: Yo no lo pedí.

La Vida que Soñé I || COMPLETA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora