Esa noche no bajé a cenar, cerré con seguro la puerta de mi habitación luego de que Karina saliera de la casa, no quería saber nada del mundo, esa noche me refugié entre las palabras de mis preciados libros, eso ayudaba a despejar mi mente que estaba hecha un desastre. Mi mente no dejaba de repetirme una y otra vez las mismas palabras: estúpida y traidora.
A las diez de la noche golpearon la puerta de mi habitación.
—Estoy durmiendo— dije a propósito.
—Hija, debes comer— escucho decir a mi madre del otro lado de la puerta.
—No tengo hambre— sí, no debería ser tan dura con mi madre, sabiendo que ella no tenía la culpa de nada.
—No preguntaré si todo está bien porque mi instinto maternal me dice que no lo está— bien dicen que las madres siempre tiene la razón.
—Te abriré— me levanto para ir a la puerta— Te contaré que es lo que me pasa— pongo la mano en la chapa— Pero prométeme que me oirás y no me juzgaras, por favor.
—Sabes que puedes confiar en mí, siempre mi pequeña— abro la puerta y ahí se encuentra la mujer que me dio la vida, con una bandeja de comida, entra y deja la bandeja en mi mesita de noche, luego se acerca a mi abrazándome.
—No sé por dónde empezar— digo guiándola conmigo hacia la cama.
—Por donde desees mi amor— dice con dulzura, sentándose a mi lado.
—No es fácil...— comienzo a contarle lo sucedido con Jules, ella muy bien sabía que yo me había acostado con él, pero lo que no sabía era que él y mi prima eran pareja aun cuando había sucedido.
—Hija... no te juzgo... pero creí que te había educado mejor que eso— su voz no era dura ni tensa, por lo que supe que no estaba del todo enojada y trataba de entenderme lo mejor que podía. Sin embargo, sabía que en el fondo se sentía decepcionada.
—Madre... me siento tan sucia— retengo las lágrimas mordiéndome el labio.
—Lo sé, y trato de comprenderte, pero hija...— cierro los ojos esperando las palabras hirientes de mi madre—...lo que hiciste no estuvo bien...
—Dime de una vez que estas decepcionada de mí— digo con los ojos cerrados aun.
—Mel, si me siento decepcionada por lo que has hecho, pero sigues siendo mi hija por lo que no puedo despreciarte solo por eso; te amo demasiado, y como madre es mi deber decirte las cosas con la verdad, lo que hiciste no estuvo bien. Fue un error del que espero puedas aprender para no volver a repetir. — la miré de nuevo con lágrimas en mis ojos y la abrasé con fuerza.
—No sé cómo haré para que mi prima me perdone...— digo con la voz apagada— No puedo siquiera volver a verla a los ojos.
—Es tu prima, tu mejor amiga, te perdonará siempre y cuando le demuestres que realmente deseas que te perdone— nos separamos lentamente— Ella no está tan devastada al parecer.
— ¿Cómo?— digo extrañada, creí que se quedaría en su habitación toda esta semana.
—Hoy bajó a cenar, estaba de lo más normal, no había ni un solo rastro de que hubiera estado llorando— me aparta unos mechones de la cara— Te aseguro de que tarde o temprano te perdonará.
—Eso espero, realmente no quiero perderla— limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano— Estoy muy arrepentida de lo que hice, no puedo negar que Jules me gustaba desde hace un tiempo ya, pero el momento en el que sucedieron las cosas no era el indicado.
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La Vida que Soñé I || COMPLETA ||
RomancePrimera parte de la saga "VIDA" Sinopsis: Melanie Williams siempre ha sido una chica extrovertida, amigable y llena de vida, a ella le encanta escalar, correr, conocer lugares nuevos, vivir una aventura día a día. Tras un accidente que tiene escal...