Los rayos del sol hicieron de las suyas esta mañana, me desperté con un dolor de cabeza insoportable y una incomodidad en todo mi cuerpo, las pasadas horas vinieron a mí de golpe y consigo trajeron el arrepentimiento.
Salgo de la cama y voy al baño, Math dormía plácidamente en la cama, y de solo recordar lo que había pasado con él, me repugnaba de mi misma. Sentía que había caído demasiado bajo, más que nada porque rompí la promesa que me había hecho a mí misma.
— ¿Por qué Melanie? ¿Por qué?— me reprendí frente al espejo, había jurado que no volvería a caer, pero si bien no había sentido nada por él anoche, seguía sin quitarme el sentimiento de que era una total estúpida.
Bajé a prepárame un café y, como si la vida me odiara, ahí estaba Jules sentado en el desayunador comiendo cereales, se veía tan tierno...
—Buenos días solecito. — dijo con una sonrisa—una sonrisa que no llegó a sus ojos—al verme.
—Buenos días. — dije en tono distante.
— ¿Tuviste una buena noche?— trató de burlarse, pero no le salió ya que su tono fue extrañamente amargo.
—Ni me lo recuerdes. — me escondí de su mirada usando la taza del café como escudo.
—Me he dado cuenta de que no hemos pasado tiempo juntos como solíamos hacerlo. — dijo luego de un largo tiempo en silencio.
—No es mi culpa. — me encogí de hombros, pero al instante en que lo dije quise arrancarme la lengua.
—No es culpa de nadie, pero si quisiera que reviviéramos nuestros momentos de gloria. — reímos. Yo también quería revivir "los tiempos de gloria", no por el hecho de que él me gustara, sino porque extrañaba la amistad que en poco tiempo habíamos formado.
—Por mi está bien, hay que reunirnos cuando volvamos y podemos incluir a Kari y hacer cosas los tres...
— ¿Por qué no acá? Venimos a divertirnos, es lo que hay que hacer. — algo dentro de mí saltó de felicidad— ¿Te parece hoy?
—Por supuesto, buscaré lugares a los que podamos ir los tres y...
— ¿Llevarás a Math?— alzó una ceja y yo fruncí el ceño confundida.
—Hablaba de Kari, tú y yo.
—Karina tiene planes con una vieja amiga hoy en la tarde, así que le dije que saldría contigo. — vaya, nunca pensé que Karina aceptaría, mas por su comportamiento de la noche pasada. Quizá solo fue efecto del alcohol, ese desgraciado delicioso nos hacía actuar de maneras irreconocibles para uno mismo.
—Ok, entonces saldremos en la tarde. — sonreí.
—En la tarde— repitió él—, quizá "en la tarde" sea nuestro "siempre". — no pude evitar soltar una carcajada.
—Extrañaba tus bromas cursis. — negando divertidamente con la cabeza corrí a mi habitación dispuesta a buscar lugares turísticos.
—Al parecer te gustó lo de anoche. — dijo Math con voz ronca al verme entrar a la habitación con una sonrisa de oreja a oreja.
—Créeme cuando te digo que si sonrió no es por ti. — le digo sin borrar mi sonrisa.
—Vamos nena, ¿Por qué otro motivo sonreír si no es por mí?— dijo el muy estúpido con el ego elevado; mi culpa por hacerle creer eso.
—Se me ocurren mil maneras por las cuales sonreír antes de sonreír por ti.
—Nómbrame una— dijo saliendo de la cama.
—Sonreír por sacarme un diez en Improvisación. — le dediqué una mirada angelical.
—No me digas que lo de anoche no te gustó. — repuso.
—No, ni cerca estuve de que me gustara. — su cara se deformó ante mi respuesta tan segura.
Y así, damas y caballeros, es como se derriba el ego de un estúpido.
—Iré a darme una ducha. — anuncia como si me importara.
Me encogí de hombros y busqué en mi guardarropa algo que ponerme para aquel día que planeaba tener lleno de actividades.
***
— Jules, no creí que fuera tan grande.
—Te lo advertí.
—Lo hiciste, pero no creí que fuera verdad— lo miré asombrada y le di un lengüetazo— ¿Cómo un helado de tres bolas es tan enorme?
— ¿Qué no miras caricaturas?
—En las caricaturas siempre exageran. — chupé como pude la bola de hasta arriba sabor a mango.
—A mí me gusta— se encogió de hombros.
—Tienes la boca muy grande, yo no— Jules se carcajeó malinterpretándolo todo—, eres un asqueroso.
—Si ya sabes como soy, para que me das ideas. — reímos juntos.
Había sido una maravillosa tarde, eran las siete de la noche y apenas estaba oscureciendo.
—Extrañaba pasar tiempo con mi mejor amiga. — dijo pasándome un brazo por los hombros, mi corazón se contrajo de una manera extraña.
—Yo igual. — dije apenas, me escudé comiendo helado.
Que me llamara "mejor amiga" tenía sus ventajas y desventajas. Ventajas: que al menos era algo para él. Desventajas: que estaba directo en la friendzone.
—Que yo tenga novia y que tú hayas vuelto con tu ex no significa que dejemos de pasar tiempo juntos. — siguió él.
—Alto ahí— paré de caminar—, yo no he vuelto con nadie. — dije seria.
—Creí que sí, ya sabes... por lo de anoche...
—Me arrepiento de lo de anoche, eso no debió pasar, todo el tiempo que llevamos acá me he estado prometiendo que no volvería a caer en sus redes, pero el alcohol me superó. — negué con la cabeza, había dejado de pensar en eso todo el día, hasta este momento.
—En ese caso me alegra oír eso, él no te merece.
— ¿Lo dices como mejor amigo súper protector o porque te cae mal?— alcé una ceja.
—Por las dos cosas— me sonrió calmado.
—Pues te aclaro que no he vuelto con él y no pienso hacerlo.
—Ya podré morir en paz— suspiró dramáticamente.
Cuando entramos a la casa, Karina estaba sentada en el sillón cambiando a la televisión.
—Regresaste antes. — dijo Jules de lo más calmado, en cambio yo que me estaban sudando las manos, no sabía cómo iba a reaccionar Karina al vernos entrar riéndonos.
—Y ustedes muy tarde. — ironizó con una sonrisa falsa. Fruncí el ceño.
—Iré a darme una ducha, luego podemos pedir pizza...— Karina saltó a atacar los labios de Jules hambrientamente en plan "marcando territorio".
Desconcertada por la actitud de mi prima subí a mi habitación dejándolos más en privado.
Acostada en mi cama me puse a ver las fotos que nos habíamos tomado con Jules esta tarde, en todas salíamos sonriendo o haciendo muecas raras, habíamos ido al acuario, a un restaurante chino y a una heladería. Sin duda había sido una linda tarde que recordaría por mucho, mucho tiempo.
Pero aún me desconcertaba la actitud de mi prima, no tenía intenciones de traicionar su confianza.
Si, admitía que me gustaba Jules y me hacía daño verlos juntos, pero éramos familia y yo no era ninguna roba novios ni nada por el estilo, suponía que ella creyera que porque me habían lastimado haría lo mismo con ella, pero no, yo no era esa clase de chicas.
Sin duda debía hablar con ella y arreglar esos problemas frente a frente, algo le pasaba y no podía dejarlo así por dos razones: 1) soy demasiado curiosa como para no querer saber que le sucedía. 2) es mi prima.
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La Vida que Soñé I || COMPLETA ||
Roman d'amourPrimera parte de la saga "VIDA" Sinopsis: Melanie Williams siempre ha sido una chica extrovertida, amigable y llena de vida, a ella le encanta escalar, correr, conocer lugares nuevos, vivir una aventura día a día. Tras un accidente que tiene escal...