Doce

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Mi día no podía comenzar peor. Después de desayunar Ian nos anunció con quién nos tocará pelear en esta ocasión. Mi mala suerte acaba de hacerme estallar. No sé si también sea una parte de mi buena suerte para golpear en el rostro a la más irritante persona del refugio que me tocó. Alex.

Claro que no voy a desaprovechar la oportunidad para dejarle alguna parte del rostro morada. Hoy si vengo con ganas de pelear.

Después de platicar con Zoe por horas fuimos a la cocina y robamos café. Y algunos pastelitos. No creo que nos regañen por robar comida. 

Su confesión resuena en mi mente. Algo que destruye a la humanidad. Por supuesto que tiene que ver con Química, Ciencia y tecnología. Por eso comenzó la guerra, armas radiactivas. Pero mencionó algo sobre una vida eterna... La verdad es que le he dado vueltas a eso desde que me lo dijo y no le encuentro sentido.

Una vida eterna...

Nos quita la humanidad. Ningún ser humano vive eternamente, va en contra de nuestra naturaleza. Todos pasamos por un etapa, la prueba final. Morir. Pero después de eso no hay nada. Sólo almas o espíritus de personas vagando por el mundo de los vivos. Y después de los años los seres queridos, personas cercanas o conocidos se olvidan del nombre, de la persona que murió, de cómo fue y quién fue. Es cuando todo lo que había quedado de esa persona que ya no está termina por esfumarse y deja de vivir en nuestras mentes, en nuestros recuerdos. Así que es imposible que alguien viva eternamente.

¿Será que no todas las muertes terminan por superarse?

Las muertes de mis padres cambiaron algo en mi. No sé bien que, aún no lo he descubierto pero me siento diferente desde aquel día catastrófico.   Las bombas explotando y matando a mi familia son imágenes todavía frescas en mi memoria. Sé que con el paso del tiempo se harán borrosas y solamente quedará en mi mente el nombre de mis padres y las cosas buenas que vivimos juntos. Vivirán en mi mente hasta el día que yo muera.

Nosotros los humanos, hacemos más corta la vida con el insensato desperdicio del tiempo.

-No sabes con quién me toca pelear hoy..- se acerca Cloe a mi lado y dice emocionada.

-¿Quién sera el afortunado o la afortunada que recibirá las patadas de esta increíble chica?- bromeo mientras caminamos juntas a la sala de entrenamiento.

-Ash- sonríe.

-No le pegues tan fuerte, es un buen chico- le advierto.

-No lo haré- hace un movimiento de desdén dándome a entender que no me preocupe. -Me cae lo bastante bien como para dejarle un ojo morado-

No solo me cae bien por el hecho de que detesta a Danniel. Si no que es divertido y cada que lo veo luce una sonrisa de oreja a oreja. Como si la vida no le diera problemas. O tal vez no le toma importancia a todo como debe ser. Quizás la guerra no le quitó nada significativo.

-James y Ethan pelearan entre ellos...- abro los ojos como platos completamente impresionada. 

- Será duro para ellos el verse a la cara y no poder darse de golpes por qué para ellos eso sería traición.

Ambos chicos (James y Ethan) se han hecho muy amigos. Inseparables. Los he escuchado decirse "hermano" o "colega" entre los dos. Son uno cuando están juntos. Podría decirse que hasta hacen pijamadas en sus habitaciones. No puedo imaginarme sus rostros al enterarse que pelearan entre ellos mismos.

-Lo sé, sólo espero que su íntima relación no termine por una nariz dislocada o algo así.- ambas reímos.

-Por el contrario dejarán de compartir mutuamente pulseritas- la carcajada de Cloe resuena por todo el pasillo. Yo solo me limito a reír por lo bajo.

Catástrofe, El Secreto De La Vida Eterna (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora