Catástrofe, El Secreto De La Vida Eterna (Sin editar)

Treinta y tres

Intento no repetir en mi mente lo sucedido anoche. Ir con Ian fue la peor de las decisiones que he tomado, aunque no me esperaba algo así. Esto ha sido motivo para no dormir definitivamente en toda la noche.
Agradezco no haberlo visto durante el transcurso del día.

Mientras espero a que Olivia me permita pasar para mi audiencia repaso en mi mente todo lo que debo y no decir. No quiero que se me escape algo de lo que después me arrepienta o que traiga consecuencias.

No debo decir sobre el suero que me fue inyectado, por supuesto.
Sería nada agradable que otra persona más supiera de mi pequeña catástrofe.

Cuando Henry sale yo soy la última en pasar. Olivia nos estuvo llamando de uno en uno.

-Adelante- la mujer de edad avanzada me llama desde su oficina. Es totalmente blanco todo a mi al rededor.
El escritorio de cristal, el sofá blanco con cojines afelpados.
Una imagen de una ciudad futurista detrás de Olivia adorna el reducido espacio, no es una ventana. Se trata de una pantalla del tamaño de una pared.
Me recuerda al refugio, en mi habitación había una pantalla igual.

-Sientate- su voz segura y estricta me ordena, no me queda de otra mas que sentarme en la silla blanca incomoda a comparación de la suya.

-Tengo mis motivos para haberte dejado al final, ¿te gustaría saberlos?- entrelaza sus manos por encima de la mesa mientras me mira fijamente al rostro.

-Si

-Consideras que para mi eres la mas importante de todos tus compañeros, hay algo que te hace sobresalir de todos ellos. Eres especial.- habla con emoción, como si yo fuera un ser de otro mundo o algo similar.

-Soy ordinaria como todos ellos

-Tu lo vez así, pero tus compañeros hablaron de ti con admiración. ¿Que fue lo que hiciste para ser especial entre todos ellos?- se endereza y se recarga en el respaldo de su gran silla.

Repaso en mi mente cada uno de los acontecimientos que han ocurrido, pero no recuerdo uno que me haya hecho especial.
Al contrario, no haber rescatado a James me convirtió en una persona egoísta, y no solo eso, perdí dos amistades muy significativas.

-Supongo que todos ellos se conocieron gracias a mi- me encojo de hombros. Podría ser una opción, ya que, nadie se conocía entre si. Creí que no se hablarían nunca por el motivo de que unos pelearon contra otros en las peleas que Danniel nos asignaba. Pero no fue así, Jocelyn y Monic se han hecho muy buenas amigas. Esperaba que Scarlett y Zoe tambien llegaran a hacer amistad. Lamentablemente no fue así, Scarlett perdió la batalla entre vivir o morir.
Ash también sería muy buen amigo de Max. Sin embargo, también perdió una dura batalla.

-¿Alguna vez has hecho un acto heroico?

-Todo lo contrario

-Entonces, hablame del suero- su penetrante mirada me hace intimidar. Por un momento creo que sabe lo que me ocurrió con dicho liquido, pero rechazo la idea en cuanto me repito que Ian prometió no decirle a nadie.
Quizá lo hizo por haberlo rechazado.

No.

Ian no es ese tipo persona, el hizo su promesa y yo confió en que no la romperá.

- Sé muy poco sobre eso- Olivia me observa inexpresiva. -Lo probaban con los más débiles, eso hacia que muchos murieran debido a lo potente que es- esta vez su mirada es curiosa o dudosa. Algo piensa sobre mí, quizá no es nada bueno.

-Es información suficiente, ¿Como llegaste a saber eso? Tus compañeros dijeron que estuvieron a punto de capturarte...

-Así es, estuvieron a punto de hacerlo pero escapamos antes de que hicieran algo. Y se todo eso debido a que me colaba por los ductos del techo para espiar conversaciones que incluían la seguridad de la vida de muchos- me cruzo de brazos imitando su postura de recargarse en el respaldo de la silla.