Treinta y uno

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Cuando todos están reunidos localizo a Ian. Recuerdo sus palabras de hace media hora, es posible que Alex este vivo. No pudo decirme mas debido a que Lina nos interrumpió solamente para avisar de que la reunión no tardaba en comenzar. Noté que cuando Ian vio a Lina rápidamente salio corriendo molesto. No parece muy contento de estar aquí y sé que algo le ocurre.
Durante el trayecto a este lugar y antes en el refugio parecía estar ansioso por llegar aquí. Me sorprende muy poco su cambio de humor, a cualquiera le parecería ridículo darnos la bienvenida a otro agujero en donde no nos dejarán salir por seguridad.
Nos tratan como si no supiéramos defendernos, como si Ian nunca fue nuestro entrenador y las técnicas que aprendimos no son mas que simples movimientos que no hacen mucho.

En otro refugio lo éramos todo.
Aquí no somos nada.

-Hoy damos la bienvenida a un grupo de individuos que durante meses estuvieron en manos de los científicos que quieren terminar con la humanidad.- una mujer que ronda los cuarenta años de edad habla frente a la multitud. No podía imaginar cuanta gente cabe en este lugar. Algunos están sentados de piernas cruzadas, otros como Zoe y yo estamos parados hasta el fondo de la habitación. Todos formando un circulo humano al rededor de la mujer que da la introducción a lo que muchos habitantes aquí le llaman "Ceremonia de Bienvenida". -De corazón por parte de mi gente esperamos que los recién llegados se sientan en su hogar. Aquí no tendrán que verse aislados del mundo exterior, la libertad es de quién quiera y su seguridad esta en mis manos.- sin duda alguna no puedo idear un prejuicio de esta gente, pues es probable que quiera hacernos creer que este lugar no es como el refugio que dejamos atrás.

Después de palabras que describen promesas y engaños la mujer que se presentó con el nombre de Olivia quien es la directora nos invita a comer. Es fatigoso tener que subir y bajar de un lugar a otro dentro de este laberinto de escaleras y pasillos. Me será difícil acostumbrarme a este lugar, no solo por lo iluminado y limpio que se encuentra. También por la gente que habita aquí siempre están sonriendo, es mucha amabilidad y armonía para quienes vienen de la crueldad y de la estridencia.

Es inusual que la bondad conviva con la malicia.
Puede llegar a ser difícil que la maldad se acostumbre a la manera de vida de la bondad.

-¿Les gusta el lugar?- pregunta Olivia una vez que estamos todos reunidos en la mesa. -Me gustaría escuchar sus opiniones para complacerles en lo que sea posible, quiero que se sientan como en su casa- junta ambas manos a la altura de su barbilla.

-Hace tiempo que dejé de pensar en si me siento cómoda en donde estoy, sin mi familia yo no puedo darme el lujo de vivir como si nada ocurriera- digo sin mas expresando lo que mas me nace. Agradezco que Roldan no se encuentre aquí, de lo contrario le molestaría.

-Haré lo posible para que puedas sentirte bien aquí- emplea un tono maternal que no le queda.

-No es necesario ya que no creo permanecer mucho tiempo aquí- involuntariamente se me escapan algunas palabras que me hubiera gustado mantener en secreto.

-No me opongo a tu decisión si crees que es la mejor, pero no es tu única opción. Sigamos con esta platica cuando te toque tu audiencia.- se recarga en el respaldo de la silla y la expresión de su rostro muestra seriedad.
No digo más, me doy cuenta de que no vale la pena seguir esta conversación con esta mujer con aire autoritario.

-¿Audiencia?- Monic rompe el silencio.

-Así es. Mañana a partir de las nueve cada uno de ustedes pasarán individualmente por mi oficina y los entrevistare junto con la psicóloga.- dice antes de llevarse la cuchara con sopa a la boca. En realidad la sopa esta muy deliciosa, además de que ya me ganaba el hambre, yo prefiero comer que estar haciendo preguntas que otros hacen por mi.

Catástrofe, El Secreto De La Vida Eterna (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora