Capítulo 3

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Una mañana al entrar a la escuela Camila se encontró a Dinah hablando con ella. Se llenó de celos y se sintió traicionada. Dinah la saludo contenta, Camila no respondió.

Ahí estaba con su ridícula sudadera verde hablando con Lauren ¿para que me habré acercado? Si hubiera sabido no me habría hecho su amiga. En realidad Dinah no tenía porque saber cuándo le gustaba Lauren; sino se lo había dicho a nadie. No importaba. Ahí estaba otra vez, levantando el brazo para llamar su atención. Hizo como que miraba en otra dirección y no le habló en toda la tarde.

-Qué te pasa Camila, estás enojada? -dijo Dinah
Para colmo la muy tonta amable, si algo odiaba Camila era esta enojada con alguien que insistía en ser amable

Camila se había convertido en su mejor amiga, les decían Batman y Robin porque siempre estaban juntas y de lado de la justicia ¿como no lo iba a buscar?

Lauren Jauregui era una chica del mismo grupo, había llegado hace varios años, cuando estaban apenas en 2 semestre. Ni bien la vió Camila sintió que se le salía el corazón. El primer día se la paso distraída y no hacía más que mirarla en secreto, cuando le parecía que nadie la estaba viendo, la observaba y si alguien la descubría, ella hacia como si estuviera mirando más allá.

Por supuesto que todos se dieron cuenta y Lauren también. Como no iba a notar a alguien que asomaba de atrás de una columna, que pedía ir al baño cuando ella lo hacía, que le ofrecía caramelos cada vez que conseguía articular dos palabras cerca de ella, porque ese era otro problema. Si ella no estaba Camila era conversadora, pero si Lauren estaba cerca, ella enmudecía. Para hablar con ella había que acercarse, pero si se acercaba no podía decir palabra.

La primera vez le ocurrió lo de los caramelos ¿quieres un caramelo? No es una frase de la que haya que tomar apuntes para no olvidarla. Le pareció buena idea, acercarse y saludarla. Hola, me llamo Camila ¿quieres un caramelo? No, eso no tenía lógica, había que poner los caramelos primero. Hola, quiera un caramelo? Me llamo Camila. Tampoco ¿quieres caramelos? Hola me llamo Camila. Tampoco, mejor le digo mi nombre y después ¿quieres un caramelo? Y listo seguramente ella diría algo, tal vez le diría su nombre.

Cuando ya tenía perfectamente calculado como iba a acercarse, que frase iba a decir, que sonrisa pondría, como estiraría la mano, que caramelos ofrecería, es más cuando dió un paso para avanzar se dió cuenta de algo crucial que la clavo en el piso y la freno, algo elemental, estaban en el mismo salón ¿como se iba a presentar con su nombre? Era obvio que las dos conocían sus nombres ¡que idiota! Por poco quedaba como una tonta, tenía que pensar en otra cosa. Sono el timbre.

Aprovecho la clase de lengua para repasar el plan ¿como hubiera hecho Alexa? El maestro hablo de un libro de un tal italo calvino, las cosmicomicas. Decía que la luna quedaba cerca de la tierra y que era de leche. Eso estaba bueno, hola Lauren, ¿vamos a buscar queso a la luna? Camila se rió de su propia idea.

Cuando sono el timbre y fueron a la cafetería sintió que era más difícil de lo que había calculado, pero lo iba a hacer. Se dió cuenta de que habia olvidado los caramelos. Regreso por ellos. Lauren estaba hablando con su amiga Vero, convenía esperar a que estuviera sola. Dió vueltas por la cafetería, manoseando los caramelos dentro de su bolsillo, mejor que parara o iba a terminar diciendo: hola Lauren quieres que te lave unos caramelos?

Se quedó sola, no quedaba más remedio que acercarse, bueno tampoco era una obligación, podía hablar mañana. No, ahora. Camila sentía que las palabras empezaban a huir de su cabeza, como las ratas que se escapan de un barco que se hunde. A medida que se fue acercando se puso más nerviosa, ella la saludo:

-Hola Camila ¿como estás?
Pero a Camila no le quedaba ni una sola consonante en su cabeza, ni la más mínima vocal. Lo único que pudo hacer fue sacar la mano del bolsillo llena de caramelos, Lauren se asustó por el movimiento brusco, pensó que era una broma. Camila chocó con una maestra que pasaba detrás de ellas, Lauren señaló a Camila que seguía con la mano extendida.

-Gracias Camila -dijo la maestra tomando un dulce y siguiendo con su camino
-No eran para ella -protesto Camila con la mano extendida
-Y entonces para quien eran? -Pregunto Lauren -solo para ti?
Camila negó con la cabeza
-Puedo tomar uno?
Camila asintió
-Parece que están un poco arrugados
Camila los miro, no solo estaban arrugados, algunos estaban sin envoltura, metió la mano en el bolsillo, las encontró, envolvió los caramelos y extendió la mano nuevamente. Lauren puso cara de asco.

-Este -dijo Camila
-¿Que?
-Este estaba envuelto de fabrica
-Gracias -sono el timbre, Lauren lo tomó y se fue hacia el salón
Camila miró los caramelos en su mano, estaban arrugados y transpirados. Eran un asco. Si Lauren había aceptado uno era porque le habia ido realmente muy bien. Además no se rió, ni se burló, y ella no había tenido que decir ningún chiste. Este estaba envuelto de fabrica, una frase que jamás se le hubiera ocurrido, no estaba nada mal.

Pero todo eso le había costado acercarse a Lauren y eso había sido hace años. Y ahora Dinah, una recién llegada a esta escuela, había estado charlando con ella de lo más tranquila. No era justo.

-Hey que te pasa Camila, estás enojada? -dijo Dinah
-Pierdete -gritó Camila
-Pierdete tú -replico Dinah

Y se fueron rumbo a sus casas cada una caminando en banquetas diferentes.

Bueno amix espero les esté gustando esto, por fin apareció Jauregui. Se pone bueno. No olviden que podemos hablar por tuiter @pinchetole. Cuidense y nos leemos en el próximo capítulo.

Camz (Fanfic Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora