005

1.2K 149 8
                                    

La imagen de la pareja en la situación comprometedora la siguió por los siguientes dos días y agradeció con canticos y besos al cielo de no haberse topado con su mejor amiga porque no hubiese podido evitar contárselo, cada que lo recordaba se poní...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La imagen de la pareja en la situación comprometedora la siguió por los siguientes dos días y agradeció con canticos y besos al cielo de no haberse topado con su mejor amiga porque no hubiese podido evitar contárselo, cada que lo recordaba se ponía colorada como un tomate. Para su suerte no había visto tanto a su amiga, esa tarde la pasó ordenando las flores que su madre vendía en la puerta de la quinta mientras ella realizaba otras actividades en el interior.

Era fin de semana y así pasaba los dos días libres que le quedaban ya que su madre le había dejado bastante claro que no la iba a dejar trabajar por más que insistiese. Tuvo que resignarse además se dio cuenta que a pesar de estar poco tiempo en la universidad cada bimestre la dificultad aumentaba, sin contar que la dirección de su facultad les tomaba un examen a los becados casi siempre. Su vida se resumía a esforzarse el doble que los demás solo para mantenerse en ese lugar y abrirse paso en el mundo empresarial.

Terminó de ordenar los girasoles cuando su madre llegó con una sonrisa de oreja a oreja, Dyane le sonrió como respuesta esperando oír lo que su madre le diría.

Te tengo un presente –le dijo acercándose.

¿Presente?-le preguntó.

Su madre le estiró una bolsa rosada pequeña esperando que su única hija se emocionara con lo que había dentro, si bien no era una fiel seguidora de lo moderno y mucho menos de la tecnología, sabía que su hija necesitaba uno.

Cuando Dyane lo abrió no pudo evitar sonreír al ver su rostro de desconcierto y es que todo el camino se lo había imaginado, su hija tendría ese rostro porque sabría que sería una total sorpresa aquel obsequio.

¿Un celular?-preguntó alzando una ceja.

Sé que necesitas uno, además, tengo que llamarte cuando salgas para saber que todo está bien –le dijo su madre.

Dyane sonrió viendo el aparato de segunda mano que tenía entre las manos, no era precisamente un celular moderno pero le valdría mucho para la universidad, sobre todo para poder comunicarse con Amelie.

Ya puedes ir a hacer tus tareas –le dijo su madre.

Dyane sonrió acercándose a ella con una sonrisa y pronunció un débil "gracias" para salir a paso rápido hasta su sala, cuando se encontró dentro de su casa tocó el artilugio color negro entre sus manos todavía sorprendida, no creía que su madre pudiese regalarle un teléfono a esas alturas de la vida. Sin más, se fue a su habitación para terminar con algunas tareas que la estaban haciendo delirar.

 Sin más, se fue a su habitación para terminar con algunas tareas que la estaban haciendo delirar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sorry, Love - O.SH/B.BH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora