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Por favor mamá –susurró débilmente Dyane desde la sala del lujoso departamento- estoy con Amelie cenando y me quedaré a dormir con ella.
Definitivamente no se le daba bien mentir, miraba el piso como si su madre la estuviese viendo cuando el que estaba frente a ella mirando su celular era Sehun, quien la esperaba para cenar.
Su madre le dio un grito que Dyane tuvo miedo que escuchase Sehun, finalmente le dijo que sería la última vez que se quedaba a dormir en una casa ajena a la suya y luego le colgó sin decir más. Dyane colgó avergonzada sintiendo como las mejillas se le ponían rojas.
El té ya está servido –señaló Sehun dejando el móvil en la mesa pequeña frente al mueble.
Dyane caminó hacia la mesa nerviosa mientras arrastraba los pies luciendo la pijama de Sehun, al más alto se le hizo adorable por lo que dio una media sonrisa tras ella y luego se sentó a su lado.
¿No quieres comer nada?-le preguntó este mientras parecía buscar algo en el aparador.
No gracias –susurró Dyane.
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Sehun sacó una lata de galletas grande y la dejó al lado de su taza de té, Dyane lo observó moverse con destreza hasta la cocina mientras imaginaba que tal vez... así podría ser tal vez su vida futura.
Por un momento el tiempo se congeló, nunca antes había imaginado aquello con nadie porque sencillamente nadie había despertado ese tipo de sentimientos en ella, todo fue tan repentino que ahora estaba terminando de aceptar que estaba en la mesa de Sehun y este buscaba desesperado un plato para ofrecerle galletas. Dyane parpadeo lentamente mientras lo miraba acomodarse el cuello de la camiseta que tenía, Sehun se veía diferente a lo que BaekHyun describía y de lo que Amelie la advertía.
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