¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
BaekHyun y Dyane estaban sentados sobre una de las bancas que estaban alrededor de la colina, vieron pasar a algunas parejas de ancianos haciendo trecking mientras que otros solo caminaban tomados de la mano tomándose fotos.
Dyane giró a verlo por una décima de segundo mientras este sonreía hacia una pareja que se tomaba un selfie con un bastoncillo, fue entonces que se le vino a la mente una pregunta, algo que había merodeado siempre en su mente y que ahora estaba dispuesta a disipar.
¿Baek?-preguntó.
Este giró hacia ella curioso por el tono que había usado.
¿uhmmm?-le preguntó.
¿Puedo preguntarte algo? –preguntó Dyane sobando su nariz.
Dime –susurró el muchacho.
Dyane dudó en cuestionar sobre todo porque no habían tocado el tema desde hacía mucho, nadie la había mencionado luego de lo sucedido por lo que sería un tanto extraño traer nuevamente aquellos recuerdos, sobre todo porque sabía que BaekHyun también tenía algo que ver con ella.
¿Quién era Marianne?-preguntó de repente.
BaekHyun bajó la vista inmediatamente jugueteando con sus manos frías, no había esperado aquella pregunta pero en definitiva sentía que debía dejar partir aquello, había pasado tanto tiempo desde que había muerto Marianne que no se había atrevido a hablar de ella con un tercero. El pecho le fastidió pero ya no le dolió, aquella sensación le fue incómoda pero no se detuvo, miró a Dyane con una sonrisa nostálgica para luego empezar con el relato.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amelie, Sehun, Marianne y yo solíamos ser amigos, salíamos al cine, íbamos a comer, al karaoke e incluso vinimos aquí –BaekHyun dejó escapar un suspiro que se volvió una gruesa nube de vaho por la temperatura- luego Amelie empezó a gustar de ChanYeol, se unió al grupo pero siempre se mantuvo al margen de nuestras reuniones, salvo la de mi cumpleaños. Sehun empezó a salir con Marianne de repente y todo se volvió extraño, ya no salíamos los cuatro, a veces solo salíamos Amelie y yo y Marianne se comunicaba tarde avisando que no llegaría.
