CONTIGO O SIN TI

CAPITULO 07 - LA SANGRE

CAPITULO 07

-LA SANGRE-

Cuando la mujer hecha de barro y huesos llegó a la cabaña miró que Inuyasha casi lograba salir por la puerta arrastrándose, el levantando su cabeza la miró, de su rostro preocupado se fue toda angustia, -kikyo- dijo en voz muy baja con gran dificultad y cerró sus ojos dejándose caer sobre el piso inconsciente después de tanto esfuerzo; la mujer se acercó a él, lo acomodó en el futón y curó sus heridas nuevamente, mañana amanecería con todas las energías y cicatrices cerradas.

-En otro lugar-

Estaba meditando sobre su trono, frente a él se encontraba la niña más blanca que podía existir en ese mundo sosteniendo un espejo con sus manos, la malvada sonrisa apareció sobre los labios de aquel ser con tentáculos; "Esto es perfecto, la bestia si necesita su sangre", pensaba mientras observaba la escena del lord del oeste siendo controlado por su bestia que tomaba a la sacerdotisa del cuello –Suficiente Kanna- ella de inmediato guardó su espejo colocándose al lado de su señor.

Entrando Kagura con evidente enfado haciendo sonreír más a Naraku ese aroma en ocasiones le provocaban dolores de cabeza, pero esta vez era diferente, lo disfrutaba porque parecía que todo estaba de acuerdo a su plan, podía observar la perla tiñéndose de negro, era una satisfacción verla convertirse de ese color.

Rompiendo el silencio el malévolo mitad demonio abrió sus labios -¿Qué quieres, porque te presentas sin ser llamada?- Decía con su tono divertido, era seguro que había descubierto lo que el lord del oeste estaba deseando.

Ella con un tono alterado respondió -¿Cómo pretendes que esto ayude a tu plan?- sus celos eran evidentes y descontrolados que no le importaba hablarle a Naraku de esa manera.

-Eres la mujer más estúpida con la que he tenido que lidiar, si no me sirvieras para ciertas... ocasiones, ya no existirías- Recordándole con tono de burla.

Ella bufó –Dime que no pretendes que esa humana sea la perra de Sesshoumaru- Sus celos hicieron que elevara el tono de su voz.

Mirándola fijamente –Oh, bueno si la bestia desea su sangre no habrá nada que le impida tomarla haciéndola sufrir de manera... placentera y dolorosa;- diciendo esto para darle a entender que esos deseos eran tan satisfactorios para la bestia como para el lord -eso haría que su poder sellado sea liberado y eso es suficiente información para tu pequeño cerebro.-

La Yokai se imaginó lo que trataba de decir y definitivamente no le parecía –De ninguna manera será favorable que ella sea la perra de un Lord y tampoco que su poder se libere- elevando su voz aguda.

En reacción a la voz chillona de Kagura el hibrido de tentáculos frunció su ceño y elevó su voz –Silencio, lo que yo pretenda es asunto mío- decía mientras masajeaba su frente –Ahora retírate no requiero tus miserables servicios-

Diciendo esto la yokai se dio la vuelta enfadada para salir de ahí, si Naraku quería que esa humana fuera la perra de su amado; no estaba dispuesta a dejarlo tan fácil, aun si tenía que actuar a espaldas de él, tenía su corazón pero había ocasiones donde ella no estaba bajo su control absoluto, cuando él se descuidaba un poco y para eso no faltaba mucho, habría una oportunidad y buscaría la forma de eliminar esa pequeña molestia, si ella no podía estar con Sesshoumaru nadie más podría.