-Mujer, Miko, Yokai-

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¡Se llegó el momento!

Sé que lamentablemente han pasado 84 años ...
pero, me prometí que no actualizaría ningun otro sin publicar este capitulo y lo logré.
Disfruten su lectura.

Con cariño GC MOON

Con cariño GC MOON

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CAPITULO 20

-Mujer, Miko, Yokai-

El atardecer estaba tiñendo el paisaje de colores rojos, amarillos, dorados y ocres, pero poco a poco se mezclaban con el gris cromo y negro que invadían como intrusos el cielo haciendo contraste distinguiéndose en ese pequeño poblado que algo malo había ocurrido.

El ataque del ave había pasado tan rápido que no les dio la oportunidad de luchar de mejor manera, Shippo y Kirara se habían debilitado a tal punto de desmayarse sin poder intervenir, Inuyasha parecía que se había puesto peor, tantas preguntas que se venían a la mente del joven de túnica morada mientras observaba a los pequeños yokais tumbados en el piso inconscientes, los tomó acomodándolos en un futón de tal manera que estuvieran más cómodos; mientras Sango atendía las heridas del hanyo salió a verificar los daños de la aldea.

Todos ayudaban a apagar el fuego y a levantar los restos de lo que había quedado después de que los atacaran, tenían sus corazones afligidos por la pérdida de Kaede, después de tantos años estar bajo la protección sagrada de ella y no pudieron ayudar en su último aliento de vida, todo había sido tan rápido y estaban vulnerables ante cualquier ataque, solo quedaba la exterminadora y el monje, ellos solo los visitaban algunos días y después continuaban su viaje, por eso se sentían inseguros de lo que pudiera suceder.

Miroku levantaba las cenizas que habían quedado en el suelo con lágrimas atoradas en sus opacos ojos azules, tenía mucho tiempo que su corazón no se sentía tan miserable e impotente, con la ausencia de la sacerdotisa su mente estaba tratando de entender lo que debían hacer ahora, los sacrificios que se requerían en esta guerra los tenía claros, solo que, por un momento, al estar con Sango había pensado que tal vez había la posibilidad de un futuro para ellos era posible, y ahora, con lo que había sucedido parecía que sus ilusiones y esperanzas estaban hechas cenizas junto al cansado cuerpo de Kaede como un recordatorio de la situación tan lamentable en la que se encontraban.

Sango caminaba despacio con su corazón comprimido mirando la imagen de aquel hombre que amaba levantando los restos de una amiga que desaparecía sin tener oportunidad de salvarla, llegó hasta él y le ayudó a juntarlas mirándose en silencio en una conversación que solo ellos podían entender.

Escucharon unos débiles pasos acercándose y giraron su rostro encontrándose con lo peor de las guerras, lo más desolador, lo más cruel que pueden hacer por ambición, una hermosa niña cubierta de manchas, ojos brillantes con lágrimas amenazando por salir, el cabello alborotado lleno de tierra y algunos golpes seguramente ocasionados por correr y tratar de esconderse.

CONTIGO O SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora