-TAN CERCA-
-En el castillo-
Una niña vigilaba atentamente la perla que tenía frente a ella sintiendo un gran poder aumentar en ella y después desaparecer por unos segundos, extrañamente oscurecía y luego volvía a ser clara, volteando a ver a su amo notó que él estaba observando también y tenía dibujada una sonrisa perturbadora.
-Tierras del Oeste-
Descendiendo a gran velocidad que parecía colapsaría todo el castillo, el gran Lord llegaba a su hogar hecho una furia que advertía peligro a cualquiera que se encontrara a unos kilómetros de distancia, un pequeño yokai sapo salía a su encuentro sabiendo que daría breves y precisas instrucciones para solucionar cualquier situación que lo tenía de ese modo.
-Bienvenido Ammm.... – inmediatamente calló por asombro al mirar a su amo que venía con un destello rojo en sus ojos, unas cuantas marcas sobre su torso desnudo que parecían ser de uñas y pequeños dientes; abriendo sus ojos como platos al mirar que tenía ambos brazos cargando sus dos espadas con sus manos...
-Apártate-
Contestó haciendo retumbar todo el palacio perturbando las pobres almas que estaban por salir al encuentro de las necesidades de su amo; deteniéndose al mismo tiempo que Yaken, todos habían quedado estupefactos con la escena de su Imponente Lord con apariencia tan.... ¿Descuidada? ¿Había recuperado su brazo? ¿Qué había pasado? ¿Qué alma tan insensata había sido capaz de enfrentar a su poderoso señor del oeste?
Sin voltear a ver a nadie se dirigía hacia su preciada habitación a darse su merecido baño, no necesitaba dar ninguna explicación, siendo el poderoso Lord del Oeste, tenía completa libertad de actuar como le placiera aún si rompía algún protocolo de la realeza yokai.
Yaken inmediatamente comenzó a mover a todo el atemorizado personal para que no molestaran a su amo que por alguna extraña razón venia como si hubiera luchado con alguien sumamente poderoso, como nunca antes lo habían visto y parecía tan molesto que destrozaría cualquier criatura que se acercara.
-Muévanse todos, ¡a trabajar!- Decía el pequeño demonio mientras su acelerada mente trabajaba meditando que pudo haber pasado con el amo.
-En el castillo-
Naraku observó que la perla palpitó varias veces brillando en color rosa cuarteándose un poco saliendo una energía pura hacia el cielo oprimiendo a los seres demoniacos que se encontraban cerca de ella; después de unos segundos esa luz desapareció y la perla quedó completamente negra.
-Sabía que esto funcionaría- Decía con voz potente dándole un toque malévolo en su tono.
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CONTIGO O SIN TI
AdventureNaraku tiene un plan perverso preparado involucrando a Sesshoumaru y Kagome ¿Logrará conseguirlo? Un rostro perfectamente definido con una expresión que me dejó confusa tenía una leve curva sobre sus labios era un tanto aterradora, tan atemorizant...