APUESTA

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NARRA JOS:

Desperté.

El canto de los pájaros a esta hora era totalmente inaceptable. Al parecer me había quedado dormido en una silla mientras estudiaba anoche. Hoy tenía un exámen y necesitaba mantener el promedio para la beca.

Tomé una ducha y mi padre no se encontraba en casa, estaba seguro de que anoche no había llegado. Otra ves se había quedado en aquel casino donde no hace más que perder.
Hace un mes casi perdíamos la casa, la había apostado. Es un idiota pues esta casa tiene un valor especial. Cuando mi madre falleció me la heredo, todo lo que hay aquí en cada rincón mi madre lo dejó para mí. No es muy lujosa pero es cómoda y me hace sentir nostálgico a cada rincón al que mire.
Aún la extraño

Me di prisa pues tenía que caminar hacía la escuela lo que ya era demasiado largo. Cuando llegué mi novio ya se encontraba debajo del mismo árbol esperándome.

-Hola- Se llamaba Samuel y nos habíamos conocido en la escuela el año pasado.-

-Hola lindo-Beso mi mejilla y podía oler su loción aproximada- Te extrañé mucho -Murmuro mientras el viento le despeinaba el cabello-

-¿Enserio? -Sonreí, por que. Que bobos nos pone el amor ¿No es así?-

-Si demasiado -Bese ligeramente sus labios y el sonido de la campana se hizo presente-

-Bueno nos vemos en la hora de descanso ¿Vale? -Mencione cuando nos encontrábamos en el pasillo- Te quiero -Su sonrisa hacía que sus ojos se arrugaran ligeramente y eso me encantaba-

-Claro. Yo te quiero más -Le bese una vez más y me encamine de espalda sin dejar de mirarle-

-Suerte en tu exámen

-Gracias-sonreí y entre al aula.-

Las clases pasaron rápido pero estaba seguro de que conseguiría un aprobatorio en el exámen.
Después de la escuela fui corriendo al trabajo, trabajaba con una mujer mayor muy amable, ella era como mi madre. O bueno, mi segunda madre. Tenía una imprenta y yo me encargaba de terminar los pedidos por la tarde. Hoy teníamos que imprimir varias invitaciones, tenía que apurarme si quería llegar temprano a casa tenía que terminar mi proyecto de literatura.
Mi trabajo no era algo muy complicado, me gustaba.  Las tarjetas de invitación era demasiado lindas y me hacía sentir bien por las personas que unirían sus vidas para crear una bella familia. Las bodas para mi significan mucho pues estás rodeado de la gente que más te quiere y con la persona que para ti es la correcta, me puse a pensar en algo que cambió un poco mi parecer pues, no se me había ocurrido que tal vez la gente no se casaba por amor sino por obligación y la mayoría vivía infeliz con las personas equivocadas y así sería hasta su muerte, bueno existe el divorcio, pero eso es lo complicado pues si tienes hijos tienes que pedir la custodia para tenerlos aparte de tener la fuerza que ver a tu ex-esposo para todos esos trámites molestos, también el que ya no tendrás la misma perspectiva del matrimonio, tendrías hijos y tendrías algunos problemas en encontrar a alguien más. Termine con ese pensamiento y me fui a casa.

Cuando volvía me percaté de que algo raro pasaba fuera de casa, pues había un auto bastante lujoso lo que me pareció raro.
Había una respuesta a eso y era que  tal vez mi padre había  ganado ese coche a un millonario en esas apuestas. Eso o Tom Ellis quien interpreta a Lucifer pasaba a visitar.

Entre a casa y en ella se encontraban  cinco tipos que al entrar no dejaban de mirarme. Un escalofrío recorría mi cuerpo.

-Jos, llegaste-habló mi padre y esbozó una sonrisa nerviosa-

- Si-conteste confundido al sentir las pesadas miradas de aquellos extraños-

-Él es Alonso-respiro profundo y prosiguió- Él... tendrás que ir con él

-¿Por qué lo haría?-Mi mente comenzó a analizar el asunto y me aterraba pensar que mi padre me había apostado. Sabía que era cínico, pero no tanto-

-Perdóname no pude hacer nada más -su voz era entrecortada y yo no podría estar más decepcionado-

-¿Me apostaste?-pregunté confundido y molesto. Esto era el colmo, me miró arrepentido y con los ojos cristalizados-

-Bien vámonos. Tienes que venir por las buenas o por las malas- Habló el hombre de traje perfectamente planchado y ojos azules-

-NO, NO IRÉ CONTIGO -Entré en pánico y comencé a manotear-

-Bien-Habló y apuntó a los otros hombres quienes me tomaron por la fuerza y me sedaron. Todo se torno negro

CONTINUARÁ...

ALI VILLALPANDO

SIN ESCAPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora