Capítulo 3

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Anastasia POV

¿Realmente por qué lloro? ¿Por lo qué me hizo? ¿Por lo qué hicimos? ¿O por qué me gustó? En este momento maldigo mil y una vez a Christian. ¡Lo maldigo! Pero se perfectamente que mis maldiciones hacía él son tan falsas como decir que no amo a mi hijo. Quisiera decir que lloro porque me obligó, pero no, no me obligó. No puedo negar que al principio me resistí y tuve tanto miedo de lo que pudiera pasar, después de todo ese cuarto ofrece tanto placer como tortura, pero luego de un par de caricias fui tan débil como para resistirme y caí de rodillas a sus pies como cada una de las sumisas que han desfilado ante él. ¿Lo disfruté? ¡Dios! ¡Por supuesto que lo disfruté y mucho! Christian es un experto en lo que hace y eso me llena de tanto rabia. Quisiera que toda esa experiencia solo la usará conmigo pero no es así. Hoy me ha hecho suya. Ha hecho con mi cuerpo y mi alma lo que quiso y mañana seré nuevamente la insignificante mujer que lo ha cabreado con su desliz, como él lo ha llamado, y que se folló solo para darle una lección. Me ignorará nuevamente y al finalizar el día tal vez llame a su sumisa en turno y se entierre en ella como lo hizo hace unas horas conmigo. ¿Es esto por lo que lloro? Aunque me duela reconocerlo si. Me duele saber que el hombre que considero mi primer amor, el padre de mi hijo, mi esposo, ¡Mi esposo! Aunque solo lo sea por un maldito contrato ni siquiera le importe en lo más mínimo todo el daño que hace. Para él siempre seré la madre de su hijo y nada más. Lo que yo sienta a él no le importa. Ya me lo ha dicho muchas veces y yo como una maldita estúpida aquí estoy nuevamente llorando por lo que pierdo a cada instante sin siquiera tenerlo. ¡Quisiera que me amara a mí! ¡Solo a mí! Pero es imposible, él no se ama ni a si mismo. Se que me prometí olvidarlo y poco a poco lo estoy logrando pero vivir juntos lo hace aún más difícil. Quiero a Neal. Lo quiero demasiado pero claro esta, una vez más, que aún no sacó de mi corazón a Christian, y no se si algún día lo logré.

                                                                                                     *****

Me recuesto contra el umbral mientras lo contemplo tocar el piano. Christian es un excelente músico. Lástima que siempre toque melodías tan tristes. Nunca lo he oído tocar algo alegre en todo el tiempo que hemos vivido juntos. Recuerdo que cuando me mudé a este departamento solía despertar a mitad de la madrugada por la música que provenía de esta habitación. Muchas veces lo ignoré, pues ya me estaba acostumbrando a escucharlo, pero la mayoría de las veces era atraída por las tristes notas que salían de su piano. Me ocultaba en la oscuridad y lo escuchaba tocar durante todo el tiempo que duraba desahogando su alma en cada nota. Muchas veces me quedé dormida en el piso y en las más desafortunadas se percataba de mi presencia y me echaba a mi habitación. Siempre me he preguntado que es realmente lo que atormenta a Christian. Se que después de su amiga soy la persona que mejor lo conoce pero no creo que ni ella conozca su más grande tormento. Aquí estoy, compadeciendome del hombre que casi me viola hace unas horas mientras lo escucho tocar. Tal vez su personalidad contradictoria del hombre seguro y débil fue lo que me atrajo de tal manera hasta el punto de enamorarme de él, no lo se, lo que único que sé es que me duele saber que vive en la oscuridad y no puedo hacer nada para ayudarlo.

-Estoy lista. -hablo antes que empiece a tocar nuevamente la misma triste melodía. Levanta la cabeza y me recorre el cuerpo entero con la mirada haciendo que me incomode.

-Te ves hermosa. -no digo y hago nada. Traigo puesta la ropa que Ryan compró para mí. Es un vestido beige con negro de manga dos cuartos y una abertura en el lateral derecho. Me llega hasta debajo de las rodillas y llevó unas zapatillas negras de tacón de nueve centímetros. Después del sexo Christian me llevó hasta mi antigua habitación y me dejó descansar. Dormí por unas dos horas y cuando desperté encontré una bolsa de Neiman Marcus en la silla frente a la cama con una nota que decía que Ryan había conseguido mi ropa.

Señora Grey #PremiosObsesionGrey2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora